En las cifras mensuales, al parecer quedó de manifiesto que las recesiones económicas en Brasil y Rusia causaron tanto o más daño que el escándalo.
Volkswagen ha intentado limitar el daño en Estados Unidos al ofrecer a los propietarios de un Volkswagen $2.000 si cambian su auto viejo por un nuevo modelo de esa marca.
Los números publicados el viernes pasado muestran que las ventas en Estados Unidos –donde se inició el escándalo el 18 de setiembre– aumentaron un 0,2%. Las ventas en América del Norte, que incluyen Canadá, se incrementaron 3,5%, comparado con el mismo mes del año anterior.
En Rusia, las ventas cayeron un 26% y en Brasil, un 50%.
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) dijo que Volkswagen equipó 482.000 vehículos con un software que apagaba el control de emisiones y mejoraba el desempeño del motor, cuando los autos no estaban siendo probados.
La compañía dice que hasta 11 millones de autos tienen el software manipulado y agregó que ha descubierto “irregularidades” en las mediciones.