La nueva reforma fiscal que planteará el Gobierno deberá generar recursos equivalentes entre 3% y 4% de la producción al cabo de cinco años.
Este año la producción se estima en ¢24,8 billones, por lo que los porcentajes serían entre ¢744.000 millones y ¢992.000 millones.
La estimación la mencionó ayer el ministro de Hacienda, Édgar Ayales, al comparecer en la Comisión de Asuntos Hacendarios para explicar el proyecto de ley de presupuesto del 2014, el cual tiene un déficit presupuestario equivalente al 6,2% de la producción.
El monto esperado que se estima debe generar el nuevo proyecto es el doble de lo que pretendía dar el plan anterior, que era cerca de un 1,7% de la producción, y cuyo procedimiento de aprobación fue declarado inconstitucional.
Ayales detalló que los recursos esperados provendrían de una combinación de medidas para aumentar los ingresos, bajar los gastos y mejorar el financiamiento.
“Iba a dar 1,7% del PIB el otro (proyecto de reforma fiscal), pero ahora el hueco al 2018 es 3% o 4%, entonces, ¿cómo hay que planearlo para que de aquí a allá llegue a eso?, ahí estamos balanceando que no sea solo ingreso o solo gasto”, manifestó Ayales.
El Ministerio de Hacienda presentará a mediados de setiembre un proyecto de consolidación fiscal con medidas en estas tres áreas.
Los diputados, que comienzan a analizar el proyecto de presupuesto, mostraron algunas preocupaciones. Por ejemplo, Jeanette Ruiz, del Partido Acción Ciudadana, lo hizo por la reducción en la carga tributaria el próximo año y Wálter Céspedes, del Partido Unidad Social Cristiana, por la rendición de cuentas de las universidades públicas por transferencias estatales.
En la comparecencia, el ministro se defendió por incumplir con el mandato constitucional de darle el 8% de la producción a educación en el plan de gasto pues, dijo, también la Constitución le demanda finanzas públicas equilibradas.