Un mal diseño en la conceptualización del sistema informático aduanero TICA (Tecnología de Información para el Control Aduanero), que opera desde el 2005, es el responsable de los congestionamientos que provoca en todas las aduanas nacionales.
A esta conclusión llegan tanto agentes aduaneros – usuarios del sistema–, como la misma Dirección General de Aduanas, encargada de administrarlo.
“El sistema debería ser una herramienta, y no un fin en sí mismo”, alegó Óscar Ramos, presidente de la Asociación de Agentes de Aduana, quien además considera que el TICA actualmente funciona como “una ‘trocha’ por la que pasan más camiones de los que soporta”.
Ramos hace referencia a los problemas de lentitud en el trámite de manifiestos (declaración de mercancías) y desalmacenajes, debido a un congestionamiento del sistema informático.
En su opinión, el TICA no fue pensado como una herramienta integral para los procesos de las aduanas locales.
Esta crítica es compartida por Gerardo Bolaños, director de Aduanas, quien adelantó a La Nación que este viernes recibirá un informe detallado sobre la funcionalidad del sistema informático.
“El TICA obvió mucha de la operatividad aduanera y se concentró únicamente en aspectos tecnológicos”, comentó.
Como resultado, añade, el sistema tiene problemas de trazabilidad o seguimiento al tránsito de mercancías en el país.
Además, el funcionario criticó otros inconvenientes que sobrevienen a la mala conceptualización del sistema como la operación sin controles automáticos, y la orientación hacia el registro de la información, pero no al procesamiento de ella. “Esto dificulta la toma de decisiones con base en los registros”, afirmó.
Ramos y Bolaños reconocen que los beneficios que trajo el TICA a mediados de la década pasada se encaminan a la obsolescencia.
Llamada de atención. A las quejas de usuarios y administradores del sistema se une la llamada de atención que en setiembre pasado hizo la Contraloría General de la República a la Dirección General de Aduanas en las que señaló deficiencias en los controles aduaneros, la recaudación y la facilitación del comercio.
Un estudio del ente contralor, basado en datos del 2011 y el 2012, determinó que existen escasos controles en las revisiones físicas y documentales de las declaraciones aduaneras en las importaciones.
Para solventar parte de los problemas, ayer el Gobierno presentó a la Asamblea Legislativa un proyecto de ley con un crédito por $100 millones con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el que se incluye una partida por $20 millones para lanzar una plataforma TICA 2.0 y ampliar las capacidades de interconexión de la Ventanilla Única de Comercio Exterior.
Actualmente, el financiamiento de las mejoras en el sistema depende del presupuesto que asigne el Ministerio de Hacienda.
Fernando Ocampo, viceministro de Comercio Exterior, explicó que una vez que se obtenga el empréstito, un banco local será el encargado de ejecutar los recursos para la modernización.
Los bancos estatales Nacional y de Costa Rica ya mostraron su interés en participar en el proyecto, cuyo plan maestro fue diseñado con la opinión de 22 instituciones relacionadas al comercio internacional.