EscucharBuenos Aires EFE .- La yerba mate, emblema de Argentina y Uruguay, es objeto de exigentes paladares y olfatos que buscan abrir mercados y exportar a gran escala los beneficios de esta bebida antioxidante en forma de energizante y mate cocido.
En ello trabaja la industria de esta yerba, que espera aprovechar la apertura de la economía argentina hacia el exterior para captar nuevos mercados.
Un proceso en el que tiene un papel importante Karla Johan, sumiller y embajadora mundial del mate, cuya labor es, al igual que ocurre con el buen vino, analizar el producto a través de los cinco sentidos para brindar “el mejor sabor”, explica la experta en una entrevista con Efe en Buenos Aires.
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Karla Johan es sumiller y embajadora mundial del mate. Los productores buscan abrir mercados de exportación para la yerba. | EFE (----)
“La idea es ir abriendo mercados y que las marcas puedan ir ampliando su volumen de ventas al mundo” hasta convertir al mate en “una alternativa al té y al café”, apuntó la sumiller oriunda de Misiones.
No es tarea fácil pues Argentina, como “primer productor, consumidor y exportador de yerba mate”, seguido de Paraguay y Brasil, tiene la mirada puesta más allá de Siria y Líbano, principales importadores del producto , para motivar a los países asiáticos y europeos al consumo en sus más diversas variedades.
El mate se toma tradicionalmente en un recipiente con forma de calabaza que, lleno de yerba mate hasta tres cuartas partes de su capacidad, debe agitarse suavemente “para que se mezclen todos sus componentes”.
Ahora, entre las alternativas que se barajan para garantizar el éxito de su exportación ya se han materializado los helados con sabor a mate o los cócteles.
Y ya despunta en países como Alemania y Francia su uso como base de bebidas energizantes, como infusión a la taza a través del mate cocido o como yerba saborizada.
