Ciudad de México. GDA/El Universal El recorte presupuestario del Gobierno Federal impulsa el arrendamiento de vehículos en todas las dependencias, en un afán de ahorrar y optimizar el gasto en mantenimiento.
Sin embargo, esta modalidad deja fuera a los distribuidores de automóviles y blindadores de vehículos que antes vendían sus flotillas de manera directa al Gobierno.
José Eduardo Llanos, vicepresidente de la Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores, dijo que en el sexenio del presidente Felipe Calderón, casi 30% de las 2.600 unidades blindadas que vendían cada año iba directamente al Gobierno, por la necesidad de proteger a funcionarios, procuradores, jueces y alcaldes, entre otros.
Pero, en esta nueva administración, las ventas al Gobierno cayeron a 15% del total de vehículos blindados que se comercializan cada año. El ajuste presupuestario debido a la baja de los ingresos petroleros es conocido y el recorte es en todas las áreas no solo en autos blindados.
Es un programa de austeridad que a todas las dependencias les ha pegado. El Gobierno está optando por la figura de arrendamiento; se van a las arrendadoras con contratos marco y se concentra la compra en algunas secretarías como Gobernación o Hacienda y dispersan los vehículos a otras dependencias, dijo Llanos.
Existen 29 arrendadoras adheridas para ofrecer el servicio de renta de vehículos al Gobierno.
Carlos Echenique, director de Casanova Rent, una de las mayores arrendadoras de vehículos para el Gobierno, comentó que el año pasado, 70% de sus contratos fueron con dependencias como la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la Secretaría de Desarrollo Social, el Servicio de Administración Tributaria y el Instituto Nacional Electoral.
Casanova Rent tiene una flota de 28.000 vehículos y cuenta con tres talleres propios para darles servicio a los vehículos.
En Estados Unidos todos los autos del Gobierno son arrendados. Hay una sola arrendadora con dos millones de autos en servicio. “En México, la tendencia es ir hacia allá”, dijo Echenique.
El periodo de alquiler y el número de vehículos varía, pero puede ser de hasta tres años.
Aunque parece un buen negocio, la falta de recursos del Gobierno ha retrasado los pagos para los arrendadores. A Casanova Rent le deben 259 millones de pesos (unos $14 millones) por algunos servicios del 2015.