Los habitantes de La Carpio (La Uruca) podrán comprar las primeras 30 microfranquicias que se crearán en Costa Rica.
En este modelo de negocio, comunidades que viven en condiciones de riesgo social pueden optar por una franquicia de pequeñas y medianas empresas (pymes), en las que el precio puede ser de unos $5.000.
Es un plan impulsado por el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) y auspiciado por la Cooperación Alemana (GIZ), cuya estrategia fue presentada ayer en la comunidad de La Carpio.
La iniciativa consiste en asesorar las pymes para que se conviertan en una franquicia real, solo que a pequeña escala, y en educar a los beneficiados para que aprendan cómo manejar las finanzas y la logística de una franquicia.
Para esta primera etapa se elegirán seis empresas que franquiciarán su negocio a 30 franquiciados; estos generarán al menos dos puestos de empleo cada uno. De esta forma, podrán ser beneficiadas 60 familias de la zona, según el MEIC.
En Costa Rica, la GIZ desarrollará el modelo de transición y capacitará tanto a franquiciadores como a franquiciados.
El Gobierno se encargará de crear alianzas entre las instituciones para dar el financiamiento y asegurar el éxito de los nuevos negocios.
La viceministra del MEIC, Geannina Dinarte, explicó que el Ejecutivo trabaja en una estrategia con la Caja Costarricense de Seguro Social para aliviarles la carga del aseguramiento a las empresas incipientes, al menos en sus primeros cuatro años de vida.
“Planteamos una disminución de la carga patronal en el periodo del ‘valle de la muerte’”, comentó Dinarte.
En Guatemala y Honduras, también trabajan en desarrollar un modelo semejante.
“Hay un enfoque de economía solidaria, pues con pequeños y exitosos negocios, no se requieren grandes inversiones y se puede beneficiar a grupos sociales con menores posibilidades”, dijo el director de la GIZ, Jürgen Popp.