Washington. EFE El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció ayer que nueve empresas japonesas y dos ejecutivos acordaron pagar $740 millones en multas por fijar los precios de componentes de automoción.
Las compañías y los directivos fijaron precios de un gran abanico de productos, entre ellos cinturones de seguridad, radiadores, limpiaparabrisas, sistema de aire acondicionado y sistemas eléctricos de los vehículos.
Según el Departamento de Justicia, este cartel de empresas perjudicó a los tres grandes fabricantes de automoción de Detroit –Chrysler, Ford y General Motors–, así como a filiales de Honda, Mazda, Mitsubishi, Nissan, Subarú y Toyota (todas niponas) en el país norteamericano.
“Esta conspiración para fijar precios a nivel internacional afectó a componentes de automoción valorados en $5.000 millones vendidos a fabricantes en Estados Unidos. En total, más de 25 millones de automóviles adquiridos por consumidores se vieron afectados por esta conducta ilegal”, indicó el secretario de Justicia, Eric Holder, en una rueda de prensa.
La compañía japonesa que más se ha comprometido a pagar es Hitachi Automotive ($195 millones), seguida de Mitsubishi Electric ($190 millones ), Mitsuba ($135 millones), Jtekt ($103 millones), NSK ($68 millones), Mitsubishi Heavy Industries ($14 millones), T.Rad ($13 millones), Valeo ($13 millones ) y Yamashita ($11 millones).
Los dos directivos son Tetsuya Kunida, exejecutivo de una filial estadounidense de una empresa japonesa de fabricación de productos de caucho, que pasará un año en prisión y pagará $20.000.
Otro acusado, Gary Walker, estadounidense que trabajaba para una filial de una empresa japonesa, ha sido condenado a 14 meses de prisión y $20.000 de multa.
Holder dijo que, durante la investigación, descubrieron que el acuerdo de fijación de precios tiene más ramificaciones y que el trabajo aún no ha terminado.