Fráncfort AFP. Deutsche Bank, el primer banco privado alemán, anunció la dimisión de sus dos copresidentes, el indobritánico Anshu Jain y el alemán Jürgen Fitschen, vencidos por la sucesión de escándalos de la entidad y por resultados financieros mediocres.
Anshu Jain, de 52 años, y Jürgen Fitschen, de 66, “han decidido dimitir de sus funciones”, informó el banco en un comunicado. Ambos dirigentes estaban al frente del grupo bancario de Fráncfort desde mayo del 2012 y tenían contrato hasta finales de marzo del 2017.
A partir de mayo del 2016, será el británico John Cryan, director financiero del banco suizo UBS del 2008 al 2011 y miembro del Consejo de Vigilancia del Deutsche Bank desde el 2013, el encargado de enderezar al gigante alemán del sector bancario europeo.
Jain, exresponsable de la división de negocios, dejará su cargo el 30 de junio y seguirá como consultor hasta finales de año.
Fitschen, experto en la banca alemana que fue llamado al frente de la entidad para respaldar a Jain, abandonará su puesto el 19 de mayo del 2016.
En Alemania, la decisión fue celebrada por los accionistas, de los cuales una parte había criticado duramente a los copresidentes durante la última asamblea general, en mayo.
La pareja había tomado las riendas del grupo con la promesa de acabar con los escándalos y la mala imagen de los banqueros de inversiones de su antecesor, el controvertido Josef Ackermann. También prometieron una mayor rentabilidad.
Tres años más tarde, los resultados no han llegado.
Deutsche Bank, primer banco privado alemán, está implicado en cerca de 6.000 litigios. El grupo acaba de recibir una nueva multa de $2.500 millones por un caso de manipulación de tasas.
Además, a mediados de mayo, el banco confirmó la apertura de una investigación de su división de Inversiones en Rusia, por posibles blanqueos de dinero.
Para empeorar las cosas, a pesar de los esfuerzos importantes para reducir los costos y diversificarse, el banco se sigue distanciado de sus rivales anglosajones y acaba de lanzar una estrategia, que incluye, entre otras medidas, una reducción drástica en su sección de banca minorista.
Deutsche Bank , que da empleo a más de 98.000 personas y tiene 32.000 millones de euros de volumen de negocio, se debate desde hace tiempo entre sus aspiraciones internacionales como banca de inversiones --donde asegura ser la quinta entidad mundial-- y su arraigo como banca minorista en Alemania.
La elección del británico John Cryan para sacar adelante la nueva estrategia en los próximos años parece indicar que el grupo se ha decantando a favor de su lado internacional.