Camellos electorales

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Si una persona quisiera destinar un bien a un fin determinado, y quisiera que el compromiso fuera estable y hasta independiente de ella misma, puede crear un fideicomiso. El fideicomiso pasa a ser propietario del bien y está obligado a destinarlo al fin querido por el fundador. El fideicomiso, cuyo nombre alude a la fe que merece, no podría decidir por el camino hacer con los bienes bajo su responsabilidad, lo que le viniera en gana.








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