Reformas migratorias y en la Ley de Zonas Francas, aprobadas en los últimos años intentan servir de incentivo para atraer inversión desde el exterior.
En cuanto a las ventajas migratorias, desde mayo del 2011, entró a regir un reglamento para el registro de empresas ante Migración y la regularización migratoria de su personal.
El documento permite la acreditación de empresas para agilizar sus procesos migratorios. Las beneficiadas son las que están dentro del Régimen de Zonas Francas, hoteles de cuatro estrellas o más, aerolíneas, multinacionales, entre otras.
La acreditación reduce a 30 días el tiempo de resolución de Migración, mientras que para las empresas que no cuentan con este beneficio el plazo estipulado por ley es de tres meses.
Sin embargo, en el país no existen permisos temporales para los trabajadores extranjeros mientras la acreditación de la empresa está en proceso.
Por su parte, en el 2010, se reformó la Ley de Zonas Francas. Entre los cambios se eliminaron requisitos de exportación y se promovió la instalación de compañías fuera de la Gran Área Metropolitana.
“El régimen nos ha permitido ser competitivos en la atracción de inversión ante países que incluso cuentan con paquetes de incentivos mucho más agresivos”, manifestó Gabriela Llobet, directora de Cinde.
Las empresas del régimen pueden estar exentas del pago de impuestos a importación de materias primas, renta y ventas, entre otros, siempre y cuando cumplan con algunos requisitos.
Para las empresas que no califican para ingresar al Régimen , la tasa de impuestos total como porcentaje de la ganancia, que tienen que pagar es de un 55%, superior al promedio en Latinoamérica y el Caribe que es de un 47,2%.