La modernización de las aduanas terrestres es un objetivo que Hacienda tiene en mente, pero que carece de una ruta para alcanzarlo, pese a la urgencia de erradicar el hacinamiento en esas instalaciones.
La única opción para mejorarlas es un crédito con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por ¢5.400 millones, que depende del aval de la Asamblea Legislativa, lo que Hacienda espera lograr en setiembre.
Trámite incierto. Sin embargo, el viceministro Fernando Rodríguez aceptó que esa incertidumbre sobre la duración del trámite del crédito impide fijar un cronograma para las obras.
Factores como el inicio del debate del presupuesto ordinario para el 2016, que tiene prioridad sobre otras iniciativas a partir de setiembre, alargarían la espera por el dinero.
Los recursos que facilite el BID deben alcanzar para mejorar las condiciones físicas y técnicas de las aduanas de Peñas Blancas (La Cruz), Paso Canoas (Corredores), Tablillas (Los Chiles) y Sixaola (Talamanca).
Rodríguez no detalló una lista de obras prioritarias en cada una de esas aduanas, pero, según dijo, Hacienda confía en que los diputados aprueben un mecanismo de ejecución rápida del crédito para lograr avances en menos tiempo.
El resultado esperado de las mejoras es que la recaudación de impuestos en aduanas aumente un 10% adicional al crecimiento vegetativo anual.
Rodríguez dijo que otro de los aspectos relevantes del plan de modernización aduanal es el relanzamiento del sistema informático Tic@, que el Gobierno espera concretar durante el primer trimestre del 2016.
Mientras Hacienda planea aún cómo meter las aduanas al siglo XXI, los empresarios se quejan de la descoordinación entre esa cartera y la de Comercio Exterior (Comex) para concretar las mejoras en infraestructura.
José Manuel Quirce, presidente de la Cámara de Importadores y Exportadores (Crecex), pidió que el proyecto continúe en manos de Comex, por el enfoque de facilitación del comercio que le dio y que, en su criterio, no tiene Hacienda, solo preocupado por la recaudación de impuestos.