San José.
La plataforma de alquileres inmobiliarios, Airbnb, se acercó al Ministerio de Hacienda de Costa Rica para ofrecer recaudar y transferir el impuesto de venta sobre las transacciones que se realicen en el país.
Así lo confirmó a La Nación Shawn Sullivan, director de Políticas Públicas de Airbnb para Centroamérica, quien en agosto se reunió con el viceministro de Ingresos, Fernando Rodríguez y el director general de Tributación, Carlos Vargas.
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Airbnb es una empresa tecnológica fundada en el 2008 con sede en San Francisco (California) que conecta a viajeros con opciones alojamiento en más de 34.000 ciudades en 190 países. Tiene 1,5 millones de anfitriones y más de 60 millones de huéspedes, según su página web.
En Costa Rica hay 6.600 anfitriones que ofrecen 11.000 espacios; la tasa de ocupación es de 27 días por año y los sitios que más se cotizan están en Puntarenas, Guanacaste y San José.
La oferta está siendo analizada por las autoridades tributarias por lo que no se referirán sobre el asunto, informó la oficina de prensa de la institución, ante la consulta de este medio.
Actualmente, los anfitriones, que son los usuarios para Airbnb, perciben el 97% del costo total de la tarifa que cobran, mientras que la plataforma cobra una comisión del 3%. Por ahora, la hacienda pública no está recibiendo ingresos por la operación de este sistema de hospedaje.
Según la Dirección General de Tributación (DGT), este tipo de servicio de hospedaje debe pagar impuesto de venta y de renta.
Para Sullivan, es viable el cobro del impuesto de venta, no así el de renta porque corresponde a cada anfitrión hacer su declaración tributaria.
Durante el encuentro del pasado agosto, Hacienda solicitó a la empresa la base de datos de sus más de 6.600 anfitriones en Costa Rica, sin embargo, este punto no será discutido por Airbnb, por la protección a la privacidad de sus usuarios.
Si el gobierno acepta la propuesta, Airbnb cobraría el impuesto a sus usuarios por medio de la plataforma por Internet y permitiría al Gobierno auditar las transacciones para garantizar la confiabilidad de su declaración.
El cambio demoraría uno o dos meses a más tardar, según el director de Airbnb.
La empresa no tiene una estimación de cuánto dinero representaría esta retención, sin embargo, señaló que un acuerdo como este permitiría a Hacienda hacer lo mismo con otras plataformas similares.
A continuación un extracto de lo dicho por el director de políticas públicas de Airbnb para Centroamérica, a La Nación.
– ¿En qué consistió el primer acercamiento de Airbnb con las autoridades costarricenses?
– Yo me había acercado al Ministerio de Hacienda y al Instituto Costarricense de Turismo (ICT), primero para presentar la empresa y para ver si tenemos áreas en común donde podemos trabajar juntos en el tema de impuestos y de promover turismo en Costa Rica.
– ¿Cuál es el interés de Airbnb en hablar con el Gobierno?
– Conocer la postura del Gobierno sobre Airbnb y ver si ellos tienen interés en trabajar con nosotros. Nosotros como empresa estamos dispuestos a colectar y entregar al Gobierno los impuestos que corresponden a nuestros anfitriones.
"Les explicamos (al Gobierno) que tenemos una manera de colectar impuestos, pero de forma anónima. Donde se nos complicó el tema fue sobre la data personal de nuestros usuarios (anfitriones) porque tenemos obligaciones para proteger la privacidad.
"El Gobierno puede recibir los impuestos, menos la data personal de nuestros usuarios y nos pueden auditar cuando quieran para que estén seguros que están recibiendo lo que corresponde; esto garantiza los impuestos de 6.600 anfitriones. Fue una oferta para facilitar y hacer las cosas más fáciles.
"Nos tomaría uno o dos meses establecer el sistema de recaudación".
– ¿Se podría negociar la entrega de la información de sus usuarios?
– A esta altura no creo, la privacidad digital de los usuarios es importante.
– ¿Es viable la propuesta bajo el sistema de impuestos de Costa Rica?
– Para nosotros el sistema de Costa Rica y de impuestos en otros países es un poco complicado; el impuesto más fácil de recaudar es el impuesto sobre la venta o un impuesto de turismo, no así los de valor agregado.
– ¿Se requieren reformas para trabajar con Airbnb este sistema?
– Queremos trabajar con los gobiernos de América Latina para que puedan adaptarse legalmente y puedan tomar un beneficio importante de la economía colaborativa.
"Sin embargo, en este caso, yo todavía no estoy convencido que tenemos que cambiar las leyes, lo que tenemos que hacer nosotros y el Gobierno es analizar bien la ley que está para este tipo de negocio; siempre se puede buscar una solución en la ley que sí existe, pero si fuera necesario hacer cambios, trabajaríamos con el Gobierno".
– ¿Cuánto dinero se recaudaría?
– No hemos hecho la estimación, pero si llegáramos a un acuerdo, el Gobierno podría ir donde nuestros competidores y negociar con ellos lo mismo, eso aumentaría los ingresos públicos.
– Pero al cobrar impuestos, el costo del servicio de hospedaje aumentaría...
– Si logramos acuerdos los precios van a aumentar y puede que perdamos negocios de nuestros anfitriones que se retiren de nuestra plataforma hacia la competencia. Aún así, estamos dispuestos a dar ese paso.
– ¿Hay algún otro tipo de regulación en el país que estén dispuestos a incoporar?
– Al momento yo creo que estamos dispuesto a conversar sobre todo, excepto de la privacidad de nuestros anfitriones.
– El sector turístico tiene en sus manos un borrador de lo que podría ser un proyecto de ley para establecer un impuesto del 5% a los alquileres de Airbnb para financiar parques nacionales. ¿Estaría de acuerdo con esta regulación?
– He estado en comunicación con la Cámara Nacional de Turismo y queremos ver si podemos trabajar con ellos sobre este tema.
"Siempre es mejor, cuando el gobierno y grupos de cualquier sector quieran regular o poner impuesto, incluir en la discusión a la empresa que está en medio del negocio. Puede que tengamos soluciones o ideas que puedan mejorar el proyecto de ley".