Como imaginar no cuesta mucho, imaginemos al Papa en su viaje por tres países de Suramérica y los temas de sus intervenciones.
Convendría que hiciera un elogio de la parte del capitalismo que merece elogio. Lo que el capitalismo ha hecho por reducir la pobreza en el mundo, es un dato histórico innegable.
El postulado de la libre iniciativa ha abierto la contribución del ingenio de las personas para producir bienes y para crear puestos de trabajo.
Sin duda hará una crítica al capitalismo. Y aquí, depende de por cuáles hojas agarre el rábano, se equivocará.
El capitalismo está basado en un sistema de señales. La teoría económica que lo rige, señala en qué invertir, qué producir, qué comprar, cuánto consumir y cuánto ahorrar. Los capitalistas pueden deificar este sistema de señales y eso es una mala cosa para la sociedad.
Pero el capitalismo no es culpable de eso. Culpables son la ética y la política.
En cuanto a la teoría económica, sigue siendo como la geometría euclidiana: en este mundo real explica muchas cosas y sirve para orientar mucha acción. Aunque así como han surgido otras geometrías diferentes a la euclidiana, algunos piensan que ha habido un cambio de realidad que podría cuestionar la eficacia y la elegancia de la teoría económica.
El mundo de Adam Smith era un mundo con recursos ilimitados, así como la perspectiva de crecimiento. Hoy ni los combustibles fósiles, ni el agua, ni el aire respirable son ilimitados. Y esto plantea cuestionamientos a la magnitud y a la forma de crecimiento al cual podemos éticamente aspirar.
Debería hablar de la responsabilidad de cada ciudadano ante su país. Y de cómo las virtudes y defectos de los habitantes, producen muchos de los síntomas indeseables de la vida en común.
A partir de aquí, podría aludir a los rasgos éticos de un buen político y señalar los anacronismos del paradigma democrático.
Y como es Papa, y miembro de una iglesia de esperanza, hablará de la necesidad de crear un mundo nuevo, ante las nuevas circunstancias y de los rasgos de un ser humano renovado para ese mundo nuevo.