Según explicó Lilliana Aguilar, presidenta de Aivema, el importador de vehículos de primer ingreso, inscritos en el país de su procedencia, deberá aportar en el proceso de nacionalización el título de propiedad y la declaración jurada protocolizada para “verificar que el carro cumple con la calidad y seguridad que los consumidores merecen”.
El importador -agregó- debe presentar el historial del país de procedencia, el título de propiedad, el kilometraje y el registro de las colisiones.
Según José Carballo, presidente de la Cámara Costarricense Automotriz, ellos están de acuerdo con todas estas medidas porque los consumidores tienen el derecho de saber cuál es el año de fabricación o si han sido declarados con pérdida total o sacados de circulación en su país de importación.
“A nosotros no nos afecta porque el mayor número de autos se trae de Estados Unidos y esa nación ya cumple con todos los requisitos que se están solicitando aquí”, destacó.
En cuanto a los coreanos, dijo que los que vengan en mala condición de calidad o seguridad no entrarían.