La inflación española había alcanzado a finales de 2012 sus niveles más elevados desde octubre de 2011, principalmente por la entrada en vigor en septiembre de una alza generalizada del Impuesto al valor agregado (IVA).
Antes de bajar a 2,8% en enero, el alza de los precios se había establecido en 3% en noviembre y diciembre, tras los 3,5% de septiembre y octubre.
Según datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el índice de precios al consumo aumentó en febrero 0,1% respecto al mes anterior.
Golpeada por un desempleo récord de 26,02%, España está enzarzada en un draconiano esfuerzo de austeridad.
El gobierno conservador de Mariano Rajoy espera ahorrar 39.000 millones de euros (unos $50.000 millones) en 2013, entre recortes presupuestarios y alzas de impuestos, y un total de 150.000 millones de euros hasta el final de 2014.
Pero esta política de austeridad frena sin embargo la demanda interior y el retorno al crecimiento: en el cuarto trimestre de 2012, el Producto Interno Bruto (PIB) de España retrocedió 0,8% respecto al trimestre precedente, mientras en el conjunto del año la economía del país se contrajo 1,4%.