Las exportaciones de Costa Rica en el periodo entre el 2000 y el 2012 crecieron, se diversificaron, aumentaron la participación de los servicios y ganaron terreno en el comercio global.
Ahora el principal reto es aumentar el aporte local en las ventas al exterior, según se desprende del estudio Desempeño exportador y heterogeneidad estructural en Costa Rica .
La investigación es un proyecto de colaboración entre la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el Programa Estado de la Nación del Consejo Nacional de Rectores, el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) y la Caja Costarricense de Seguro Social.
Según el estudio, en el periodo entre el 2000 y el 2012 las exportaciones crecieron a un ritmo promedio anual de 6,6% y se diversificaron tanto los mercados como los productos. Por ejemplo, los envíos a Estados Unidos disminuyeron de 52% a 38% y las ventas a Hong Kong y China se expandieron significativamente.
Las participación de los servicios en las exportaciones pasó de 27,6% a 32,9% en el periodo y el porcentaje de ventas ticas en el comercio global mejoró.
Puede citarse que la participación de Costa Rica en las importaciones globales de Estados Unidos pasó de 0,29% a 0,53%.
Sin embargo, en el mismo lapso las importaciones aumentaron a una tasa mayor de 8,1%.
Ramón Padilla, oficial de Asuntos Económicos de la Cepal, explicó que al subir las importaciones también se puede concluir que buena parte de lo que se exporta se elabora con productos del exterior y eso hace que el aporte local (valor agregado nacional) sea poco.
Por ejemplo, se traen las partes de un producto y solo se ensamblan en Costa Rica, en lugar de producirlas en el país.
Dos retos. Para aumentar el aporte local, el país tiene dos retos: aumentar la inversión en ciencia y tecnología para fortalecer el valor agregado nacional, y fortalecer los encadenamientos productivos.
Francisco Gamboa, director de Inteligencia Comercial de Procomer, explicó que las empresas locales invierten en investigación y desarrollo apenas un 0,33% de sus ventas, mucho menos de lo que hacen otros países.
No es un caso aislado. Padilla explicó que este es un reto que también tienen México y los otros países centroamericanos.
Citó el ejemplo de México, que es el mayor exportador de televisores a Estados Unidos, pero no hay uno solo de marca mexicana.
¿Por qué es tema clave? Padilla explicó que los países que han logrado aumentar el aporte nacional a las exportaciones, como Corea del Sur y China, han dado un apoyo fuerte a los grupos nacionales.
El sector privado lo tiene claro. Mónica Segnini, presidenta de la Cámara de Exportadores, opinó que para afrontar estos dos retos se requiere de una estrategia nacional. “Creo que podríamos desarrollar un plan nacional, basado en esta estrategia, para favorecer no solamente el desarrollo económico, sino también permitir que pequeñas y medianas empresas se enlacen”, señaló.
El estudio muestra que las empresas que exportan venden más, son más competitivas (hacen más con los mismos recursos que las no exportadoras) y pagan mejores salarios que las que venden dentro del país.
Gamboa señaló que esto es de esperar, pues las exportadoras enfrentan mercados exigentes y no es posible “nivelar” la cancha, pero sí ayudar para que las internas pasen a ser exportadoras.