El desempeño de algunos sectores productivos ubicados en el Régimen de Zona Franca impulsa la actividad económica, la cual alcanzó en agosto un crecimiento de 4% respecto al mismo mes del año anterior.
Con este resultado el índice mensual de la actividad económica (Imae), publicado ayer por el Banco Central, aumentó por quinto mes consecutivo y alcanzó el mayor valor interanual (la variación de cada mes respecto al mismo mes del año anterior) desde julio del 2012.
Sin embargo, si se excluye la producción de las empresas en zona franca, el crecimiento es débil, y se mantuvo en agosto, por cuarto mes consecutivo, cerca del 2,2%.
En los datos por sector, la agricultura decreció por quinto mes seguido, y el comercio –el mayor generador de empleo– y la construcción se desaceleran.
¿Qué crece en zona franca? Elvia Campos, encargada del indicador, explicó que en el crecimiento de las industrias en zona franca influye la mayor demanda externa por microcomponentes y procesadores, equipos para infusión y transfusión, teléfonos fijos y móviles, redes inalámbricas, aceite de palma, y cables y conductores para electricidad.
Explicó que en el Régimen Definitivo también hay algunas actividades que aportan al crecimiento como la producción de plástico, elaboración de pescado, crustáceos y otros; productos de cartón, envasado y conservación de frutas, lácteos, construcción de aparatos y suministros eléctricos.
Las empresas de zona franca se caracterizan porque reciben incentivos fiscales y, hasta ahora, se les prohíbe vender en mercado local. Las del régimen definitivo son las demás que no reciben incentivos y, por tanto, pueden vender localmente o exportar.
Pedro Morales, asesor de la Cámara de Industrias, añadió que el incremento en zona franca es en algunas actividades que destacan por su peso dentro de las exportaciones industriales, como la actividad eléctrica y electrónica.
“La actividad industrial del régimen definitivo, por el contrario, mantiene en términos generales un comportamiento poco dinámico, producto de una demanda externa que no consolida un proceso de reactivación y de una demanda interna que más bien tiende a la desaceleración”, sostuvo Morales.
Por su parte, el economista Alberto Franco, socio de Ecoanálisis, comentó que el resultado del indicador reafirma la desaceleración que ha experimentado la economía local, y que tiene su explicación tanto en una merma que ha habido en las exportaciones como también de un menor crecimiento del consumo privado y de la inversión pública.
“Los datos son un llamado a que autoridades y actores económicos y políticos trabajen juntos para acordar y ejecutar pronto medidas que en el contexto de un entorno externo difícil ayuden a reactivar de nuevo la economía”, advirtió Franco.