Moscú. AFP La recuperación de la economía rusa, que comenzó a finales del 2016, se aceleró a principios de año, con lo que Vladimir Putin pudo cerrar el capítulo de dos años de crisis, diez meses antes de las elecciones presidenciales.
La producción de Rusia aumentó 0,5% anual en el primer trimestre, según una primera estimación publicada la semana pasada por el instituto de estadísticas Rosstat, levemente mayor a lo previsto (0,4%).
En el cuarto trimestre del 2016, Rusia registró su primera subida del PIB (producto interno bruto) interanual desde el cuarto trimestre del 2014 (0,3%). La cifra confirma la tendencia hacia la recuperación, tras una crisis que afectó el nivel de vida de la población, y que dejó a casi 20 millones de rusos en la pobreza.
El PIB retrocedió un 2,8% en el 2015 y un 0,2% en el 2016 por causa del desplome de los precios de los hidrocarburos, de los que la economía rusa es fuertemente dependiente, y de las sanciones occidentales al país por causa de la crisis suscitada en Ucrania.
Precios disparados. Este doble golpe provocó que los precios se dispararan y que el poder adquisitivo y el consumo de los hogares se hundiera, aunque este último sigue a la baja a pesar de los indicios de recuperación.
“El panorama general es de recuperación lenta, pero progresiva. En nuestra opinión, el crecimiento va a continuar acelerándose durante los trimestres próximos, la disminución de la inflación y la flexibilización de la política monetaria reforzarán la demanda”, comentó Neil Shearing, del gabinete Capital Economics.
El gobierno espera una aceleración de la recuperación a lo largo del año y un crecimiento del 2% para el 2017. El Fondo Monetario Internacional, menos optimista, prevé un 1,4%.
El presidente Vladimir Putin solicitó a sus ministros que preparen medidas para que el crecimiento de Rusia sea superior al de la media mundial (3,5% esperado en el 2017). Pero, en conjunto, no se esperan medidas importantes antes de las presidenciales de marzo del 2018, a las que el jefe del Estado, salvo sorpresa, se presentaría para buscar la reelección presidencial.
A corto plazo, la economía rusa se beneficia del repunte de los precios del petróleo registrado desde que los principales países productores acordaron limitar la oferta mundial, a finales del 2016. Rusia y Arabia Saudí indicaron su disposición para prolongar el acuerdo hasta marzo del 2018, lo que será debatido.