Washington. EFE. La apreciación del dólar se ha tornado una preocupación en Estados Unidos, tanto para los exportadores como para la Reserva Federal (FED), dadas las perspectivas de que la tendencia continúe con una inminente alza de tasas de interés en el país, y con Japón y la eurozona apretando el acelerador del estímulo monetario.
La propia presidenta de la FED, Janet Yellen, reconoció los efectos de esta “sustancial apreciación” en comparecencia esta semana ante el Comité Económico del Congreso estadounidense.
“Es algo que nos hace ser más cautos a la hora de elevar los tipos de interés ”, señaló Yellen a los legisladores, ante quienes defendió que la mejoría de la economía estadounidense apunta, cercana al pleno empleo, hacia la inminente alza en el precio del dinero.
El dólar se ha apreciado casi un 20% frente una cesta con las monedas de los principales socios comerciales de EE. UU. desde el 2014, y en lo que va del 2015 se ha revalorizado cerca de un 10 %.
Hace un año, el euro se cotizaba por encima de los $1,20, mientras que ahora está apenas en $1,08. Como causa, los analistas sitúan la debilidad de la economía global y la divergencia en las políticas monetarias en los países avanzados.