Después de los fuertes saltos que registró el precio del dólar en la primera parte del año, desde el 18 de marzo se estabilizó en una banda que oscila entre ¢540 y ¢560, con una leve tendencia al alza.
El profesor de la Universidad Nacional, Marvin Acuña, opinó que parte de la mayor estabilidad proviene de que las personas ya absorbieron en sus cuentas un tipo de cambio mayor.
“La volatilidad es menor debido a que usted, yo y los demás agentes económicos hemos presupuestado en todas nuestras decisiones económicas un tipo de cambio mayor”, comentó.
Por su parte, el economista Norberto Zúñiga añadió otra lista de razones, entre estas, “factores externos como la estabilidad de las tasas de interés internacionales y el manejo gradual y transparente de la política de absorción monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos”.
En el plano interno contribuye la misma fuerte devaluación observada, la política de intervención del Banco Central en el mercado cambiario, la consecuente absorción monetaria, el alza en las diferentes tasas de interés domésticas, la mayor confianza en el manejo por parte de las autoridades monetarias y las menores expectativas de devaluación.
Según la encuesta a economistas y académicos que publica el Banco Central en abril, la devaluación esperada para los próximos meses es de 4,2%; menor al 5,6% registrado en febrero y marzo.
De parte del Gobierno, los datos suministrados por el Ministerio de Hacienda indican que mantienen una venta similar de dólares y aún no empiezan a gastar los $1.000 millones de la última emisión.
Cabe recordar que uno de los factores que impulsó el precio del dólar a inicios de año, fue la menor venta de divisas por parte del Gobierno. Según las cifras suministradas por la Tesorería Nacional, el Gobierno vendió $50 millones, en enero; $65 millones, en febrero; $75 millones, en marzo; $20 millones, en abril y $40 millones en lo que llevamos de mayo.
Al 9 de mayo, la última emisión de eurobonos por $1.000 millones se mantenía intacta, informó el ministro de Hacienda, Helio Fallas.
Una de las secuelas que dejó la mayor volatilidad fue un margen cambiario mayor (diferencia entre compra y venta), pues hace un año, dicho margen rondaba los ¢11 y actualmente son casi ¢14.
En el futuro. Hacia futuro, el precio de la divisa es difícil de pronosticar pues depende de muchos factores.
Al respecto, Zúñiga comentó que la ciencia económica no ha logrado estimar un modelo para pronosticar con exactitud el comportamiento del tipo de cambio; sin embargo, tanto él como Acuña se inclinan más por la devaluación.
Zúñiga estima que si no se atienden los fuertes desequilibrios fiscales, el bajo crecimiento económico y la pérdida de competitividad, la lógica económica sugiere que eventualmente podrían reflejarse en presiones al alza en los principales macroprecios, entre ellos, el tipo de cambio.
Acuña también alertó de que depende de muchos factores, pero espera una mayor devaluación del colón en el resto del año.