El gasto de consumo de los hogares en bienes y servicios finales sigue en aumento, sin embargo, este crecimiento tiende a ser cada vez menor.
Así lo muestran los resultados del gasto de consumo final de los hogares que calcula el Banco Central al estimar la producción interna por la vía de las erogaciones, y cuyos resultados al tercer trimestre del 2016 fueron publicados el pasado viernes 23 de diciembre.
Dicho gasto aumentó en el tercer trimestre del 2016 un 3,67% respecto al mismo trimestre del año anterior. Dicho crecimiento tiende a la baja desde el segundo trimestre del 2015 cuando había aumentado 5,42%.
Estos datos provienen de la nueva medición de la producción, la cual tiene como base el año 2012 (se usa la estructura productiva de ese año).
En esta nueva medición el rubro “gasto de consumo final de los hogares” incluye ahora a las instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares (por ejemplo fundaciones de educación que dan servicios no comerciales). No obstante, el peso de estas entidades es mínimo dentro del rubro total (menos del 2%).
La desaceleración que muestra el gasto de consumo final de los hogares es congruente con la tendencia a la baja que muestra el índice de confianza del consumidor que calcula la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica (UCR).
No obstante, no se refleja en las ventas del comercio las cuales mantienen su crecimiento según el índice mensual de la actividad económica de este sector.
Yolanda Fernández, presidenta de la Cámara de Comercio, explicó que el 2016 ha sido un buen año para el sector comercio y esperan cerrar con un crecimiento de 4,1%.
Según la Cámara, en el año destaca el crecimiento de la venta de vehículos, que aumentó 13,5% al comparar agosto del 2016 con agosto del 2015.
Para Max Alberto Soto, director del Instituto en Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica, el crecimiento que muestra el consumo de los hogares es congruente con el crecimiento de la producción, cercano al 4%, y este rubro sigue siendo el componente más importante de la demanda interna, la cual también la componen la inversión y el consumo del Gobierno.
Entre los factores que impulsan el consumo se encuentran la baja inflación, lo cual contribuye a mejorar el ingreso real de las personas (lo que ganan les alcanza para comprar más) y el acceso al financiamiento para este fin.
La variación acumulada del índice de precios al consumidor en los primeros 11 meses de este año es de apenas un 0,37%.
No obstante, también hay factores que desalientan a las familias a la hora de comprar.
Roxana Morales, coordinadora del Observatorio de la Coyuntura Económica y Social de la Universidad Nacional, comentó que el alto desempleo, el alto endeudamiento de los hogares y el hecho de que la economía no crece lo suficiente son factores que desalientan el consumo.
“El desempleo, que a pesar de que la economía crece se mantiene en altos niveles, y obviamente esto limita los ingresos y la capacidad de consumo de los hogares”, comentó Morales.
Para el próximo año, Soto espera que el crecimiento del consumo de los hogares se mantenga en cerca de 4%. Explicó que se podría ver afectado por el aumento esperado en las tasas de interés y también el proceso electoral podría influir en la confianza del consumidor. Morales también prevé perspectivas similares a las de este año.