El Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) anunció ayer lunes un proyecto para establecer un tope legal a los intereses de tarjetas de crédito y a los préstamos otorgados por los comercios.
El anunció causó reacciones en contra de la Cámara de Comercio de Costa Rica (CCC), de la Asociación Bancaria Costarricense (ABC) y de la Cámara de Bancos.
La iniciativa será enviada a la Asamblea Legislativa en este periodo de sesiones extraordinarias que termina el 31 de agosto, dijo la ministra del MEIC, Mayi Antillón.
La jerarca fue acompañada por la presidenta de la República, Laura Chinchilla, y por el segundo vicepresidente de la República, Luis Liberman al hacer el anuncio.
El plan define lo que se llama el crédito de usura.
Calificarían como tales los préstamos con tasas que excedan dos veces el promedio de los últimos tres meses de la tasa de interés activa promedio del Sistema Financiero Nacional, calculada por el Banco Central. Actualmente, esa tasa en colones está en un 17,39%, por lo cual el tope sería del 34,77%. A partir de ahí, el MEIC intervendría.
Dura reacción. El director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Costa Rica, Alonso Elizondo, dijo que le observa, inicialmente, tres problemas al proyecto: es de carácter bastante populista, podría incentivar el crédito informal por parte de las personas que no sean sujetas en los comercios y hay que revisar con cuidado la metodología propuesta para calcular la tasa de usura.
El presidente de la ABC, Gilberto Serrano, advirtió de que se corre el riesgo de sacar de la formalidad a alrededor de un millón de personas, a los cuales los bancos, por el mayor riesgo, no les prestarían.
Además, dijo, puede generar o un exceso de demanda o faltante de oferta.