La Dirección General de Tributación, que tiene la responsabilidad de recaudar los impuestos en el país, trabaja con 1.102 empleados y una tecnología que enfrenta dificultades.
“Necesitamos mejorar nuestros sistemas informáticos; el que tenemos es de vieja data, por eso estamos trabajando en todos los desarrollos conceptuales de un nuevo sistema informático para la Administración Tributaria”, comentó el director general de Tributación, Carlos Vargas.
“A mi parecer, la principal carencia de la Dirección General de Tributación es la informática. Modernamente, se corren muchos más procesos basados en información que se utiliza para generar perfiles de riesgo y focalizar mejor las actuaciones de control”, comentó Francisco Villalobos, quien antecedió a Carlos Vargas como director general de Tributación.
En el pasado se intentó un proyecto de Tributación Digital con la firma SAP México, pero no prosperó.
El personal. Vargas reconoció que también hace falta personal, pero señaló que dada la situación fiscal del país la asignación de nuevas plazas es muy limitada.
Para Villalobos, la estructura administrativa actual es muy compleja y arcaica, el número de jefaturas es muy grande comparado con el número de puestos y hay personas que, pese a su rendimiento, no pueden ser removidas de sus puestos.
Además, los funcionarios de la Dirección General de Tributación, que tienen inmensas responsabilidades, no cuentan con la remuneración acorde con las demandas del puesto.
Respecto al personal, Vargas comentó que un tema en el cual laboran es que los postulantes realicen pruebas de conocimiento en materia tributaria, no solo las generales.
La Nación consultó a Tributación si tenía indicadores de gestión como, por ejemplo, número de auditorías por auditor; pero hasta ayer no se habían recibido datos. Para este año el presupuesto de Tributación es de ¢32.533 millones, un 1% de los ingresos tributarios del 2012.