Los ingresos tributarios del Gobierno Central redujeron su ritmo de crecimiento durante los primeros siete meses del año.
Los datos acumulados entre enero y julio muestran una recaudación cercana a ¢1,9 billones, lo que significó un aumento del 7,2% frente al mismo periodo en el 2013, aunque en ese año la tasa de variación fue del 10%, según el Ministerio de Hacienda.
El impuesto sobre la renta reportó el mayor freno en su evolución, pues pasó de crecer un 15% en el acumulado a julio del 2013, a un 5,9%, en el mismo lapso este año.
Helio Fallas, ministro de Hacienda, dijo ayer que vigilan con detalle este tributo, ya que representa el 30% de la recaudación total.
Resaltó que una mayor variación se evitó con la entrada de casi ¢16.000 millones por el pago de renta por parte de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope).
Adicionalmente, la recaudación del tributo único a los combustibles aumentó 2% durante los primeros siete meses del 2014, frente al 16% del año pasado.
Fallas adujo la fuerte desaceleración a la reducción de la demanda del consumo de hidrocarburos durante este año.
El jerarca también anunció ayer el uso de nuevas herramientas informáticas en el Servicio Nacional de Aduanas para combatir la subfacturación y el fraude fiscal.
Resultado fiscal. Por el lado de los egresos gubernamentales, estos crecieron un 10% en los primeros siete meses del año .
Los salarios y las transferencias concentraron el 75% de los ¢2,9 billones de gasto, según los datos divulgados por la entidad.
La diferencia entre los ingresos y los gastos del Gobierno, entre enero y julio de este año, arrojó un déficit fiscal de ¢854.982 millones, lo que equivale a un 3,1% del producto interno bruto (PIB). Dicho porcentaje fue prácticamente igual al del año anterior.
La mitad de ese faltante fue financiado mediante la emisión de bonos de deuda en el mercado interno. Mientras, el resto de los recursos corresponde a parte de la colocación de eurobonos por $1.000 millones en el mercado extranjero, en abril anterior.