Cuando los hogares de bajos ingresos necesitan acceder a un crédito para comprar artículos, no necesariamente usan una tarjeta o acuden a una entidad financiera.
En realidad, este tipo de familia tiende a utilizar más los servicios de los negocios comerciales.
Casi un 61% de los hogares rurales, de bajo nivel de gasto, que realiza pagos por créditos deben abonar recursos a este tipo de entidades. Se trata de préstamos pagados a empresas no supervisadas por la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), que venden artículos a crédito.
El servicio es utilizado mayoritariamente por un grupo poblacional específico: las familias que pueden gastar menos. Representan un 12% de los hogares del país, están marcados por su predominio en zonas rurales y por tener a la cabeza jefes de familia con menos de seis años de escolaridad.
El fenómeno revela parte de las brechas de acceso al sistema financiero de sectores vulnerables, que usualmente no registran historial crediticio en entidades bancarias.
¿Quiénes acceden al crédito? Según el último Informe del Estado de la Nación , en Costa Rica, un 47,1% de los hogares tiene acceso al crédito.
Empero, el porcentaje asciende hasta un 69,5% (poco menos de la mitad) si se incluyen los pagos a empresas comerciales. La variación permite comprender cómo esos espacios amplían las posibilidades de crédito para los costarricenses.
Todos los grupos de gasto (incluidos adultos mayores y sectores de alto poder adquisitivo) tienen una proporción mayor al 25% de créditos en este tipo de empresas comerciales. Empero, los hogares rurales suelen disponer más de esos servicios.
En específico, el acceso a créditos de empresas comerciales existe para un 71% de los hogares de zonas rurales: 61% de esos hogares lo usa.
No se trata de créditos ilegales, pues usualmente son otorgados por empresas que venden bienes al contado y que no tienen como fin primordial la intermediación financiera. Sin embargo, adicionalmente, ofrecen el crédito como una opción para sus clientes.
Empero, las elevadas tasas de interés que se cobran podrían estar pasándole una factura a estas familias.
Aunque los hogares de este tipo de zonas anotan la menor participación respecto a la deuda total de los costarricenses, son los que poseen un servicio de la deuda más alto entre los grupos sociodemográficos (de hasta un 14,8% frente a un 7,8% en los hogares más acomodados).
La situación es casi opuesta entre los hogares atípicos de altos ingresos. El acceso al crédito en empresas comerciales para estos hogares es de un 86%. Menos de la mitad (34%) realiza pagos de créditos a este tipo, pues prefieren el uso de tarjetas de crédito.