¿Por qué se decidió acortar el estudio actuarial?
El hecho de que esta valuación sea más corta o resumida no le quita relevancia al objetivo, el cual es determinar tendencias, mediante las proyecciones y las hipótesis de los diferentes escenarios.
¿Por qué los datos en porcentaje, si antes también lo hacían en términos absolutos?
Son diferentes formas de presentar los resultados, pero eso no le resta riqueza o validez a las proyecciones, los cuales en términos de sostenibilidad y tendencias son comparables entre las distintas valuaciones. Las conclusiones se construyen a partir de los resultados relativos. Esta última modalidad es más relevante.
¿Pierde transparencia la evaluación del IVM al omitir en la versión final datos?
De ninguna manera. Precisamente por lo que se indicó anteriormente, o sea que lo relevante en una valuación actuarial de largo plazo, es la tendencia de los resultados a largo plazo, en donde los valores relativos son los trascendentales.
Una de las críticas a los estudios es que son hechos con datos cuando el empleo era más alto. ¿Es así?
En la variable de población económicamente activa hemos sido consistentes en todas las valuaciones hechas. Sí hemos actualizado los datos.
El informe no lo muestra con detalle, pero ¿cuándo se usan los intereses de inversiones?
Uno lo puede ver si lo desagrega. En una proyección a ratos se tocan ¢10 o ¢5, lo que sea, dependiendo de las circunstancias que se presenten. Tocar intereses no es un pecado, es parte de la naturaleza del sistema.
¿Qué opina de que un tercero haga un estudio actuarial?
Creemos técnicamente en lo que hemos hecho. La realización de un estudio actuarial de un tercero es sana. Todo aquello que eleve la transparencia da confianza al sistema.