Las operadoras de pensiones complementarias (OPC) consideran que la devaluación del colón, de las últimas semanas, tiene un efecto de leve a moderado en los fondos que administran.
Ese sector se encuentra en un negocio de largo plazo, en donde fluctuaciones como las ocurridas con el tipo de cambio, las pueden beneficiar, en este momento.
El superintendente de pensiones, Édgar Robles, explicó que el impacto de las devaluaciones es positivo porque los activos en moneda extranjera deben ser reportados en colones y, por lo tanto, un dólar más caro genera una mayor cantidad de colones.
En el sector de pensiones, cerca del 20% está en inversiones dolarizadas y solo para el Régimen Obligatorio de Pensiones la proporción disminuye al 9%.
El efecto de los dólares ha sido insuficiente para elevar la rentabilidad anual, que reporta menores crecimientos en los últimos tres meses.
Efecto proporcional. Para Alejandro Solórzano, gerente de la operadora Vida Plena, el impacto de un dólar más caro depende de la proporción de inversiones que tenga cada entidad en esa divisa.
Respecto al efecto en la industria, Solórzano reconoció que el efecto puede ser considerable en este momento, pero se deben tomar en cuenta otras variables, por ejemplo, si las tasas en colones suben o si bajan.
Por su parte, Héctor Maggi, gerente general de la operadora de la Caja Costarricense de Seguro Social, reconoció que han tenido ganancias contables.
No obstante, Maggi explicó que una operadora también debe considerar en su gestión un posible impacto por una apreciación de la moneda local, que tendría un efecto negativo.
En la gestión de fondos de pensiones, la adquisición de más dólares, en una tendencia de devaluación, puede resultar atractiva, pero implicará que también se eleve la exposición a lo que suceda con esa moneda.
El gerente general de Popular Pensiones, Marvin Rodríguez, advirtió de que esa operadora mantiene bajo mayor control las inversiones en moneda extranjera, hasta tanto cuenten con esquemas de cobertura cambiaria.