Las tasas de interés para ahorros que ofrecen las entidades financieras tuvieron dos características en el 2014: subieron moderadamente y se estrechó la distancia entre ellas.
La tasa básica pasiva es un promedio de los intereses para ahorros captados a cinco y siete meses y es usada como referencia para préstamos. Durante este año que recién terminó, subió menos de un punto (0,7 puntos porcentuales).
A inicios de año, las cooperativas, que ofrecen las tasas más altas, pagaban un promedio de 8,36% en dichos plazos, mientras que las mutuales, que tienen los intereses más bajos, 5,95%, con un margen de diferencia entre ambas de 2,41 puntos. Al cierre del 2014 esa diferencia bajó 1,2 puntos, casi la mitad.
Similar comportamiento mostró la brecha entre los rendimientos que ofrecen los bancos públicos y privados.
Estos cuatro grupos de entidades –bancos públicos, privados, cooperativas y mutuales– son los que se consideran para realizar el cálculo de la tasa básica pasiva, con base en la cantidad de ahorros que capta cada grupo.
Estas noticias beneficiaron a quienes tienen créditos ligados a la tasa básica, pero les redujeron las opciones a los ahorrantes, que ahora se encuentran con rendimientos más similares.
Causas de alza moderada. Los gerentes de entidades financieras citan varias razones para el poco aumento que registraron las tasas para ahorros en 2014.
Hairo Rodríguez, gerente interino del Banco Cathay, y Eugenia Meza, gerente de la Mutual Cartago de Ahorro y Préstamo (Mucap), señalan como una de las principales que el Gobierno, cuyas finanzas sufren un fuerte déficit, no demandó muchos recursos porque usó los $1.000 millones que había captado en el exterior.
“Hay que tomar en consideración que el Ministerio de Hacienda no ha requerido utilizar recursos financieros del mercado local, evitando presiones hacia el alza de las tasas a nivel de los intermediarios domésticos”, comentó Meza.
¿Y la convergencia? Entre las razones de la convergencia en las tasas, los dos gerentes mencionaron la nueva forma de medir el indicador, vigente desde diciembre del 2012, en la cual se restan los valores extremos.
Otra razón apuntada por el gerente del BAC San José, Gerardo Corrales, es la presión que hay por los recursos en colones.
“Creo que cada vez más, el mercado funciona uniformemente según la situación de liquidez y las exigencias de las operadoras de pensiones, que son las principales demandantes de recursos”, comentó Corrales.
Meza también comentó que los inversionistas valoran cada vez más las diferencias de tasas, forzando de esta forma una tendencia hacia la uniformidad.