Gobierno acelera obras en la recta final de su mandato

Uno es el índice mensual de la actividad económica (IMAE) de la construcción pública que calcula el Banco Central; el otro es el gasto de capital, que divulga el Ministerio de Hacienda cada mes.

En el caso del IMAE, la evolución interanual (de cada mes respecto al mismo mes del año anterior) cambió la tendencia a la baja que tenía desde mediados del año pasado y en febrero aumentó por primera vez en 13 meses.

El gasto de capital, que incluye compra de terrenos, edificios, maquinaria y equipo, así como transferencias al Consejo Nacional de Vialidad y otras entidades encargadas de hacer obras, muestra una tendencia al alza desde inicios del 2012; no obstante, en los últimos meses aumenta más.

El dato utilizado es el monto acumulado en los últimos 12 meses debido a que el rubro muestra una fuerte variabilidad si se considera el resultado de cada mes respecto al mismo mes anterior.

Algunas obras públicas que se ejecutaron en los últimos meses fueron el Proyecto Hidroeléctrico Reventazón y la ampliación de la carretera Cañas-Liberia.

Fruto de años. En el Ministerio de Hacienda, el subdirector de Crédito Público, Melvin Quirós, manifestó que el Gobierno siempre ha mantenido la misma intensidad en las obras, pero ahora se ve el fruto de los esfuerzos de años anteriores.

“El Gobierno ha mantenido la misma intensidad en la ejecución de los proyectos de infraestructura, actividad prioritaria durante toda la administración”, comentó.

En una entrevista con el semanario El Financiero el pasado 7 de abril, el vicepresidente de la República, Luis Liberman, explicó que durante el Gobierno hubo dos gastos que fueron intocables: los de capital y los programas sociales.

“La actual inversión del Gobierno puede obedecer al deseo de terminar la mayor cantidad de obras en camino, antes de que llegue a su término la Administración Chinchilla; no necesariamente es algo sostenido”, opinó el exministro de Hacienda, Thelmo Vargas.

Añadió que dado el gran déficit que muestran las finanzas públicas, y el creciente endeudamiento del Gobierno, no se puede esperar que mucha obra pública pueda ser financiada en el futuro inmediato con cargo al Presupuesto Nacional, pues sería a costa de más deuda.