El gasto ambiental del Gobierno cumplió, en el 2014, el quinto año de estancamiento.
El Poder Ejecutivo inyectó anualmente a ese sector el equivalente al 0,36% de la producción del país, entre el 2010 y el 2014, según el Estado de la Nación y la Contraloría General de la República.
El año pasado, dichos recursos ascendieron a ¢97.000 millones, de los cuales el 78% fue ejecutado por el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac).
En la composición del gasto ambiental también se incluye al Fondo Nacional de Financiamiento Forestal, Secretaría Técnica Nacional Ambiental, la Comisión Nacional para la Gestión de la Biodiversidad y el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura.
La mayoría del gasto registrado lo absorben los salarios de los funcionarios públicos.
Fallos. En el Vigésimo Informe Estado de la Nación se detalla que las instituciones del Gobierno carecen de las capacidades necesarias para usar los recursos otorgados en el Presupuesto Nacional y cánones especiales.
Pese a que el gasto ambiental equivale a una proporción baja del producto interno bruto (PIB), el Minae y sus dependencias adscritas tienen sin usar ¢17.800 millones, según el registro del saldo acumulado en la Caja Única de la Tesorería Nacional.
“Es muy paradójico que el país haya fundado su imagen internacional como un protector del ambiente, pero ha descuidado, de una manera muy marcada, los patrones de uso de los recursos”, aseguró Leonardo Merino, coordinador de Investigación del Programa del Estado de La Nación.
El investigador comentó que los efectos negativos de la gestión del Gobierno se evidenciaron el año pasado, con la caída en el índice de desempeño ambiental (EPI, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Yale.
Costa Rica bajó del puesto 5 al 54 por la deficiente gestión en el tratamiento de aguas negras.
Édgar Gutiérrez Espeleta, ministro de Ambiente y Energía, reconoció que se cuenta con legislación ambiental “bellísima”, pero se carece de la capacidad para hacerla cumplir.
“A pesar de que el ambiente le ha dado mucho al país, la variable ambiente no está en el discurso ni acciones políticas, y mucho menos en las finanzas públicas”, enfatizó Gutiérrez.
Para Gerardo Barrantes, investigador en temas ambientales, al sector no se le ha dado el valor adecuado en las políticas públicas, pese a ser clave en la promoción internacional del país.
Barrantes hizo, en el 2002, uno de los primeros estudios sobre gasto ambiental en Costa Rica para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). La investigación cifró en $594 millones la inversión del Gobierno entre 1992 y el 2000.