Los recursos administrados por las operadoras de pensiones complementarias reportan un crecimiento acelerado en los últimos años.
Los datos de la Superintendencia de Pensiones (Supén) detallan un crecimiento anual promedio del 20% en cinco años. Al 31 de marzo anterior, el saldo de activo neto de las seis operadoras ascendía a más de $9.100 millones.
El 58% de los recursos corresponden a aportes acumulados de trabajadores, y el restante 42%, al rendimiento de las inversiones, según el Informe de Coyuntura del Sistema Nacional de Pensiones, Marzo 2015.
Los fondos de pensiones complementarios fueron creados, en el 2000, con la Ley de Protección al Trabajador. La norma creó tres tipos de fondos individuales de retiro.
El principal es el obligatorio, en el cual el trabajador acumula un ahorro personal al que tendrá derecho cuando se jubile, como complemento a la pensión básica otorgada por el régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) administrado por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Luego están los fondos voluntario en colones y en dólares.
El último es el Fondo de Capitalización Individual (FCL), que está constituido por los recursos que el trabajador da como parte de su cesantía.
Este se puede retirar cuando hay un cese laboral o cada cinco años.
Los fondos obligatorios de pensiones complementarias tienen más de 2,3 millones de personas afiliadas, de los cuales el 56% están en Popular Pensiones.
Pese a la cantidad de afiliados, solo un millón de personas aportaron, a mayo anterior, dinero a su fondo individual de retiro, según los datos de Supén.