Analistas reunidos ayer en el foro Costa Rica: ¿hacia dónde vamos? coincidieron en que el país no está en una crisis económica, pero podría tomar ese camino si no corrige el rumbo.
“No creo que el país esté en una crisis en este momento (...), pero vamos un tanto de cabeza a una crisis”, comentó el expresidente del Banco Central, Eduardo Lizano en la conversación organizada por el Grupo Summa.
Con Lizano concordaron el empresario Richard Beck; el gerente del BAC San José, Gerardo Corrales, y el presidente de la Cámara de Industrias, Enrique Egloff.
Para Corrales, el mensaje de que no hay una crisis es importante porque lo peor que nos puede pasar, dijo, es que el sector privado, que genera más del 85% del empleo, se ponga pesimista.
El detonante de una crisis, destacó Egloff, puede ser el déficit fiscal, que este año se estima en un monto equivalente al 6% de la producción.
Sobre el tema, el economista Alberto Trejos llamó la atención de que actualmente el país llega a una cifra sin precedentes: el Gobierno ya consume la tercera parte del ahorro nacional para sostener dicho déficit.
La consecuencia, añadió Trejos, es volverse un país en donde el financiamiento es comparativamente caro.
A corto plazo –expresó Trejos– es un problema de desplazamiento con implicaciones serias en las tasas de interés y el crecimiento económico, pero, en el mediano plazo, es explosivo.
Todos saben la solución. Consultado sobre cuál es la salida, Eduardo Lizano comentó que todos saben lo que hay que hacer para afrontar el problema fiscal, pero el problema es político.
“Al final, todos sabemos qué es lo que hay que hacer: hay que resolver el problema fiscal, tenemos que modificar el Servicio Civil y el empleo público (...). El problema no es ese. Es por qué no hacemos lo que sabemos que tenemos que hacer, eso es un problema político”, dijo.
Erick Campos, director de Fitch Ratings, manifestó que todavía el país tiene fortalezas, pero su talón de Aquiles es el déficit fiscal.