São Paulo AFP. La agencia calificadora Standard and Poor's (S&P) mantuvo la nota de la deuda soberana de Brasil dos peldaños por debajo del grado de inversión y con perspectiva negativa, debido a los fuertes desafíos que sigue enfrentando la economía en recesión del gigante suramericano.
Su calificación sigue siendo, por tanto, de BB, tal y como había quedado hace un año, tras la última rebaja.
“Los considerables desafíos fiscales y económicos en Brasil implican la necesidad de un firme compromiso en las políticas”, afirmó S&P en su comunicado, en el que señaló como todavía insuficientes las medidas del nuevo Gobierno.
“Pese al progreso a medio término del ajuste fiscal en la administración de (el presidente conservador Michel) Temer, las persistentes incertidumbres políticas, las intensificadas presiones fiscales de los gobiernos locales y una economía débil conllevan un lento y prolongado ajuste”, añadió el informe.
Periodo recesivo. Standard and Poor's retiró el grado de inversión a la deuda brasileña en setiembre de 2015, convirtiéndose en la primera de las grandes agencias de calificación en hacerlo.
Más tarde, le seguirían Fitch y Moody's, a medida que la mayor economía de América Latina se desplomaba.
El PIB brasileño se contrajo 3,8% en 2015 y, según las estimaciones, habría caído un 3,5% en 2016, lo que redundaría en su primer bienio recesivo desde los años 30.
Para 2017, el Banco Central proyectó un modesto crecimiento económico de 0,8%, mientras que los operadores del mercado esperan una expansión menor, del 0,5%.
Teniendo en cuenta las tímidas señales de recuperación en un escenario donde los principales indicadores macroeconómicos siguen en rojo –para S&P la deuda del Gobierno pasará del 52% al 67% entre 2017-2019, y su déficit será del 7% con respecto al producto interno bruto–. La agencia decidió mantener igualmente la perspectiva negativa de la nota.
De esta forma, hay un tercio de posibilidades de que la rebaje de nuevo en los próximos meses, llenos de incertidumbres en Brasilia.
“La perspectiva negativa refleja el riesgo de que la estrategia del Gobierno para estabilizar la economía y su posición fiscal pueda verse perjudicada por las dinámicas políticas después de tres años de recesión y las potenciales consecuencias de las investigaciones por corrupción”, opinó la agencia.
Con un desempleo récord de 12% en el último trimestre de 2016, el Gobierno conservador del presidente Michel Temer lucha para reencaminar la economía a un mayor dinamismo.
El año pasado logró que el Congreso aprobara un congelamiento del gasto público durante 20 años y envió para su tratamiento una reforma del sistema de jubilaciones.
Cambio sobre Petrobras. La misma agencia identificó mejoras en la reducción de la deuda de la empresa petrolera Petrobras y elevó su nota un peldaño dentro del grado especulativo, donde permanece desde que se convirtió en el centro del mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil.
Su calificación pasó ahora de B+ a BB-, todavía tres niveles por debajo de la categoría de inversión que perdió en setiembre de 2015, y con perspectiva estable. “Petrobras está llevando a cabo una estrategia de gobierno que se centra en la aceleración de la reducción de la deuda y un fortalecimiento de la posición de liquidez”, afirmó la agencia.
“El establecimiento de una política de precios (del combustible) garantiza la visibilidad de los flujos de caja y una estructura de capital más equilibrada", añadió.