Esta recompensa es la más elevada que hasta la fecha pagó la SEC desde que en el 2012 creó un programa de denunciantes, y es la cuarta que se abona a alguien que vive fuera de Estados Unidos.
El récord anterior lo tenía alguien que en octubre del 2013 recibió un premio de $14 millones, según informó en un comunicado la SEC, la cual califica este programa como su arma más poderosa para aplicar la ley.
“El denunciante llegó a nosotros con información sobre un tipo de fraude que habría sido muy difícil de detectar”, aseguró el director de la División de Cumplimiento de la SEC, Andrew Ceresney.
Ceresney cree que con la recompensa se envía un fuerte mensaje del compromiso de la SEC con los denunciantes y del valor que aportan al cumplimiento de la ley.
El jefe de la Oficina de denuncias de la SEC, Sean McKessy, afirmó que el premio muestra la amplitud internacional del programa de denunciantes, con el que la SEC es capaz de obtener información valiosa de cualquier persona y lugar para llevar a los defraudadores ante la Justicia.
Para recibir la recompensa, que puede variar entre un 10% y un 30% del dinero recaudado, los delatores tienen que proporcionar información que permita sancionar con $1 millón a los defraudadores.
El dinero que se paga a los informantes proviene de un fondo de protección de los inversores establecido por el Congreso de EE. UU. y financiado por medio de las sanciones que impone a los infractores la ley de valores.