El estudioso de la pobreza, los niveles de desigualdad y el consumo de las familias, Angus Deaton, recibió, este lunes, el anuncio que lo acreditaba como ganador del Premio Nobel de Economía del 2015.
Deaton es escocés de nacimiento y reside en Estados Unidos, donde imparte clases en la Universidad de Princeton, en el estado de Nueva Jersey.
La Academia Real de Ciencias sueca entregó el premio a Deaton por sus aportes en tres campos. El primero corresponde a la elaboración del “sistema casi ideal de demanda”, que consiste en el análisis del comportamiento de los consumidores, llevado a cabo en conjunto con su colega John Muellbauer.
Este sistema ha sido utilizado por algunos gobiernos para determinar las consecuencias de un cambio en sus políticas económicas, por ejemplo, un aumento en el impuesto a las ventas sobre los distintos grupos sociales y cuál será la magnitud de las ganancias o pérdidas.
Posteriormente, en la década de los noventa, estudió el vínculo entre consumo e ingresos. Y, luego, midió los estándares de vida y pobreza en países en desarrollo, mediante una metodología de encuestas en hogares.
Ese procedimiento permitió obtener nuevos conocimientos sobre la relación entre ingresos y la ingesta de calorías, así como la discriminación de género en el seno de las familias.
El trabajo de Deaton se relaciona con el estudio del ingreso y del consumo de las familias mediante encuestas detalladas, pues la primera de estas variables se comporta de manera muy diferente a la del ingreso medio.
“La economía del desarrollo pasó de ser un campo teórico de datos acumulados a un campo empírico, basado en datos individuales detallados", subrayó el jurado en su comunicado.
Estudio del gasto. Luego de sus trabajos sobre demanda, consumo e ingresos, ha dedicado los años más recientes a analizar los países en desarrollo, resaltando la importancia de construir series de datos exhaustivas del consumo de los hogares de diferentes bienes, ya que suelen ser más fiables y útil que los ingresos.
Para Ian Vásquez, director del Centro para la Prosperidad Global del Cato Institute en Washington, Estados Unidos, el trabajo de Deaton tiene relevancia debido a que refinó mediciones de consumo y otros indicadores de bienestar humano.
Según Vásquez, este premiado economista considera que el conocimiento es clave para el progreso humano, lo que a su vez explica el mejoramiento en la condición de buena parte de la humanidad.
“Su trabajo respecto al desarrollo económico lo ha llevado a concluir que las soluciones técnicas para reducir la pobreza no funcionan. Es, por lo tanto, un crítico de la ayuda externa, la cual no muestra ninguna relación con el crecimiento económico, pero que sí puede empeorar condiciones en países pobres”, dijo.
Por su parte, el economista costarricense Melvin Garita explicó que la importancia de los estudios radica en que midió mejor los patrones de consumo a nivel individual y esto le permitió dimensionar mejor el problema de la pobreza.