La pérdida por ¢14.800 millones, a junio anterior, agudizó la crisis financiera por la que pasa la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL).
El deterioro registrado en los estados financieros de la empresa está explicado, en un 72%, por una deuda pendiente de pago con el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) por compra de energía.
El resto se atribuye a un resultado operativo negativo, indicó Marvin Céspedes, director de Administración y Finanzas de la empresa.
El mal resultado de medio periodo amenaza la meta de la empresa pública de finalizar el 2015 en equilibrio.
“La falta de ajuste en las tarifas de la empresa creó una distorsión muy grande que, de cara a los clientes e inversionistas, que ven los estados financieros, se van a formar una imagen de que el resultado fue ese (la pérdida)”, detalló Céspedes.
El funcionario catalogó de distorsión externa el desfase en el costo de los servicios a sus 520.000 abonados.
La Compañía estableció un plan de acción desde el año pasado, para mejorar su situación financiera.
La principal subsidiaria del ICE entró en crisis, a consecuencia, principalmente, de la inversión en la planta hidroeléctrico Balsa Inferior. Este proyecto concluyó el año pasado y significó una inversión final de ¢167.000 millones. La previsión original era de ¢65.000 millones.
Para financiar la obra, la CNFL pactó créditos con bancos locales y externos, y emitió títulos de deuda.
Tal situación generó un deterioro en el flujo de caja de la CNFL que la obligó a pedir ayuda al ICE para enfrentar el pago de deudas con sus acreedores.
Ambas empresas públicas firmaron un convenio, en el 2014, que permitió a la Compañía trasladar la cancelación de una factura por compra de energía por ¢19.000 millones para este año.
La calificadora Fitch Ratings enfatizó que el respaldo financiera del ICE a su subsidiaria brinda seguridad a la Compañía.
“La ausencia del soporte financiero del ICE tendría un efecto negativo inmediato en las calificaciones de CNFL”, advirtió la agencia en junio pasado.