El Gobierno Central tuvo que endeudarse el año pasado para financiar el pago de las pensiones a cargo del Presupuesto Nacional.
En total, el Ministerio de Hacienda emitió bonos de deuda interna por un valor de ¢123.010 millones. Dicho monto fue equivalente al 18,7% del pago total de las jubilaciones canceladas en el 2013, según la liquidación de gastos hecha por la institución.
Es la primera vez que se conoce que el Gobierno acude a la colocación de títulos para pagar a los 60.000 jubilados de los regímenes especiales de pensiones.
Sin embargo, dicha práctica se inició desde el 2001, según muestran los registros de Hacienda. En el 2009 el financiamiento por deuda significó casi un 30% del gasto por jubilaciones.
“Emitir deuda para pagar pensiones significa que tenemos que hacer una reforma urgente a los regímenes especiales, principalmente en el caso de los exdiputados porque el monto de jubilación se duplica cada tres años”, enfatizó José Francisco Pacheco, viceministro de Hacienda.
Añadió que propondrán variar los beneficios de las “pensiones de lujo” como la edad de pensión, las reglas de sucesión y la tasa de cotización.
Para Édgar Robles, superintendente de Pensiones, aplicar los topes o el establecimiento de contribuciones solidarias, sería la vía para una mayor participación de los pensionados en el financiamiento de los beneficios que reciben.
“El mayor endeudamiento (para pagar pensiones) aumenta las necesidades de recursos de Hacienda, lo que puede llevar a un incremento de la carga impositiva que soportan los contribuyentes”, dijo.
Los regímenes especiales de pensiones, creados en 1992, son financiados anualmente en un 90% por el Gobierno. En total, son 14 sistemas que se pagan, en su mayoría, con dinero de los impuestos.
El Ministerio de Trabajo es el administrador de dichos sistemas y el encargado de hacer las revalorizaciones de los montos de pensión.
Mayor presión. Marjorie Morera, directora de Presupuesto Nacional, enfatizó que, durante este año y en el 2015, el financiamiento de los regímenes especiales de pensiones saldrá exclusivamente de ingresos corrientes. Sin embargo, no garantizó que siempre sea así. Las altas tasas de crecimiento del gasto en pensiones, por encima de las de la recaudación tributaria, son un elemento de presión para el uso del endeudamiento.
Adicionalmente, en la próxima década, las finanzas públicas serán estrujadas por 12.000 docentes que tienen derecho a jubilarse en el antiguo sistema de pensiones del Magisterio Nacional, según los cálculos de la entidad. Dicho régimen es financiado casi en su totalidad por Hacienda.
Por otra parte, en los últimos cinco años, el Gobierno amortizó más de ¢500 millones de la deuda para pagar pensiones.
Martha Cubillo, jerarca de la Tesorería Nacional, explicó que cuando las emisiones de bonos son a 12 meses o menos el pago a los acreedores no se refleja en el rubro de amortización de deuda, sino solo cuando las colocaciones son de más de un año.