Washington
El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantuvo este martes su previsión de crecimiento económico global para 2015 en 3,5%, guiado por el repunte de los países desarrollados en un contexto favorable de caída de los precios petroleros.
Tras registrar un crecimiento de 3,4% en 2013 y 2014, la economía mundial parece surcar un camino sostenido de ligera aceleración, con 3,5% en 2015, que debería seguir en 2016 con 3,8%, de acuerdo con el organismo.
Las estimaciones para este año del FMI, que empieza esta semana sus reuniones de la primavera boreal en Washington, siguen sin modificaciones respecto a la última revisión del organismo en enero.
El repunte de los países desarrollados, con Estados Unidos como actor principal y apoyado en el declive de los precios del petróleo, guiará el crecimiento de la economía global, afirmó el estudio.
Pero otros factores obstaculizan el impulso, como tensiones geopolíticas, desajustes en los mercados financieros y las sombras del estancamiento y la baja inflación en los países desarrollados.
"La previsión para las economías avanzadas está mejorando, mientras que el crecimiento en los mercados emergentes y las economías en desarrollo se prevé que sea menor", redactó el organismo.
El PIB de las economías avanzadas crecerá 2,4%, frente al 1,8% del año pasado, apuntó el organismo.
En contraste, los países emergentes experimentarán en 2015 su quinto año de desaceleración, a un ritmo de 4,3%, frente al 4,6% de 2014.
Una razón importante es China, que deberá desacelerarse a 6,8% este año y 6,3% en 2016, tras marchar en los últimos años casi a ritmo de dos dígitos.
Crecimiento ínfimo. América Latina, por su parte, tendrá en 2015 un segundo año consecutivo de crecimiento ínfimo, inferior a 1%, en un escenario marcado por el desplome de Venezuela y estancamiento de Brasil.
Para la entidad financiera, la región terminará el año 2015 con un crecimiento mediocre de 0,9%, sensiblemente por debajo de la previsión de un decepcionante 1,3% que había sido lanzado en octubre del año pasado y mantenido en la revisión publicada en enero de este año.
Para la entidad, este escenario será definido por la ausencia "de un impulso aparente de recuperación de la actividad económica en el corto plazo", y la perspectiva de persistencia en la tendencias de baja de precios de las principales commodities exportadas por la región.
Por su escala, el caso de Brasil hace encender las luces de alerta para el FMI, ya que la entidad prevé que el gigante sudamericano terminará el año en recesión de 1%.
Para poner de relieve la magnitud del estancamiento brasileño es necesario recordar que en octubre del año pasado el mismo FMI había previsto que la mayor economía latinoamericana terminaría 2015 con crecimiento de 1,4%, pero en enero de este año ya rebajó drásticamente esa expectativa a un tímido 0,3%.
En la visión del FMI, en Brasil "la percepción del sector privado se mantiene persistentemente baja (...) en reflejo de los riesgos de un racionamiento de electricidad y agua en el corto plazo".
La otra preocupación del FMI para la región es claramente Venezuela, que según el FMI terminará el año 2015 con fuerte caída de -7%, que se sumará a otro retroceso de -4% en el próximo año.
"El colapso del precio del petróleo ha complicado una situación que ya era difícil", señaló el FMI en su nuevo conjunto de previsiones.
La economía de México, de acuerdo con el FMI, terminará 2015 con un crecimiento de 3%.
"Se trata de una posibilidad sólida, pero por debajo de lo que se esperaba", apunta el estudio con relación a México, donde observó trabas en la demanda doméstica que le impide aprovecharse del crecimiento en Estados Unidos.
No obstante, señaló la entidad, si bien las dificultades de la región se concentran en Sudamérica, "la producción de mantiene cerca de su potencial, como lo evidencia un desempleo todavía muy bajo en varias de las economías".
Los países de América Central, como ya había ocurrido en 2014, parecen beneficiarse de la caída en los precios del petróleo y de la recuperación de la economía estadounidense.