El expresidente del Banco Central, Rodrigo Bolaños, cuestionó el crecimiento previsto en el pago de intereses del Gobierno en el Proyecto de Ley de Presupuesto Ordinario del 2016.
Dicho plan prevé un gasto por ¢938.000 millones en intereses para el 2016, un aumento de 2,8% respecto al plan de gasto vigente en el 2015.
A Bolaños, esta estimación le parece muy optimista considerando que el próximo año Hacienda va a colocar deuda adicional, de la que se requiere para pagar los débitos que vencen, por un monto equivalente a 7 puntos de la producción interna, que es el déficit fiscal esperado.
Además, se prevé que Estados Unidos aumente las tasas de interés y el país ya no tiene la posibilidad de vender bonos en el exterior por $1.000 millones, como sucedió en los últimos cuatro años.
Hacienda, por su parte, afirmó que hay elementos que pueden suavizar este escenario.
El pago de intereses es un rubro significativo del presupuesto (representa un 12% del plan del 2016) y su estimación tiene un fuerte impacto en el déficit estimado para el próximo año.
Según Bolaños, por cada punto porcentual que suba la tasa de interés promedio en el 2016, el déficit sube en 0,5% del PIB.
“Si, por ejemplo, la tasa promedio no baja un punto como lo supone Hacienda, el déficit subiría de 6,9% a 7,4% del PIB. Si, como es más probable, la tasa promedio en vez de permanecer constante sube en un punto porcentual, el déficit fiscal sería de 7,9% del PIB”, señaló.
Para Bolaños, Hacienda, en su explicación, no toma en cuenta en que van a colocar nueva deuda (por encima de la amortización) por casi 7 puntos porcentuales del PIB y eso presionará las tasas al alza.
Argumentos de Hacienda. Consultado sobre estos cuestionamientos, Juan Carlos Quirós, director general de Crédito Público de Hacienda, justificó que hay factores que atenúan este escenario.
“Efectivamente existe alguna posibilidad de una presión al alza en las tasas de interés durante el 2016 como resultado, no solo de los requerimientos de recursos para ese año, sino también de la evolución de las tasas de interés internacionales, el tipo de cambio y la recuperación de los precios del petróleo, lo cuales podrían generar mayor inflación y por tanto tasas nominales más altas durante el 2016”, dijo.
Sin embargo, añadió, tanto el Banco Central como el Ministerio de Hacienda consideran escenarios de tasas de interés internacionales relativamente estables, con precios de los combustibles también estables, mientras no se dé una recuperación económica sólida en China, Europa y Estados Unidos.
Por lo tanto, para Quirós, si bien puede existir una presión por el financiamiento del presupuesto en el mercado local, esto se ve atenuado por los otros factores y la posibilidad del Gobierno de financiar parte de sus necesidades con organismos multilaterales.