Costa Rica se ha endeudado cada vez más en dólares en el extranjero y a un ritmo mucho más acelerado.
Al cierre del 2013, el financiamiento externo del país cerró en un 12,1% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que dos años antes era de un 9,7%, según el Ministerio de Hacienda.
En los últimos años, la deuda externa del sector público creció anualmente por encima del 20%, comparado con el año previo. Mientras tanto, el endeudamiento interno pasó de crecer un 22%, en 2012, a un 13% en 2013.
La colocación de eurobonos del Gobierno Central, así como las emisiones y los créditos del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) impulsan la tendencia ascendente.
En el primer caso, el dinero emitido, $2.000 millones en los últimos dos años, se utilizó para pagar deuda que estaba por vencer. El gobierno tiene aún pendiente otras dos emisiones, cada una por $1.000 millones, que serán colocadas este año y el próximo.
Entre tanto, en las empresas públicas, los recursos se invirtieron en represas hidroeléctricas, telecomunicaciones y en ampliar la capacidad de almacenaje del combustible del país, principalmente.
En total, el saldo de la deuda pública –interna y externa– fue de ¢13,5 billones, el año pasado, lo cual equivale a un 54,7% del PIB. El Gobierno Central es el responsable de casi tres cuartas partes de dicho monto, según los datos oficiales.
Tiempo adverso. El aumento del endeudamiento público gozó, durante los últimos años, de un ambiente favorable en materia de tasas de interés y por la abundancia de dólares en el mundo, pero este escenario será otro a partir de este año, coincidieron especialistas consultados por La Nación.
La razón es que el cambio de la política monetaria de la Reserva Federal de EE. UU. (FED) generará una disminución de la liquidez de dólares a nivel global y cambios en tasas, sostuvo el economista Fernando Rodríguez.
“El Gobierno debería salir pronto a emitir los eurobonos porque, entre más tiempo tarde, no hay garantía de que las condiciones sean de nuevo favorables”, dijo.
Pese a esta observación, Melvin Quirós, subdirector de Crédito Público de Hacienda, recalcó que, aunque los intereses han subido, aún están en mínimos históricos.
“El mercado internacional aún cuenta con suficiente liquidez y apetito por valores de países emergentes como Costa Rica. Además, el país ha logrado mantener su calificación de riesgo internacional”, enfatizó Quirós.
Sin embargo, la agencia Moody’s, que dio el grado de inversión a los bonos costarricenses, puso en perspectiva negativa la calificación del país en noviembre pasado.
Hacienda aún tiene pendiente la colocación de $2.000 millones en el mercado extranjero, mientras que el ICE y Recope aún tienen pendiente, entre ambos, la emisión de $150 millones que están inscritos ante la Superintendencia General de Valores (Sugeval).
“Los mercados presentan ciclos y eventuales ventanas de oportunidad donde el apetito por un emisor de las calidades del ICE pueda ser mayor a las de cualquier otro emisor costarricense o incluso centroamericano”, dijo Jesús Orozco, gerente de finanzas del ICE.
Por otra parte, el aumento del precio del dólar será un elemento que presionará las finanzas públicas, según los especialistas.
“Hay un impacto (por la apreciación de la divisa) pues alrededor de 30% de la deuda del Gobierno está en dólares. Para hacerle frente a estas obligaciones, en cuanto a cupones e intereses, se necesitarán más colones, por lo que su costo en términos de moneda nacional aumenta”, recalcó Adriana Rodríguez, economista de Aldesa.