Más allá de cuándo comience a subir sus tasas de interés la FED, que analizará este miércoles y jueves el tema, los economistas del Banco indicaron, en un informe, que el cambio en la política monetaria podrían plantear grandes desafíos a las economías emergentes, particularmente vulnerables.
El cambio tendría lugar en un momento de desaceleración del crecimiento económico y el comercio mundiales, sumado a la caída de los precios de las materias primas, lo que ha castigado a numerosos países emergentes, sostiene el informe.
Muchos presentan déficits fiscales y comerciales, y sus gobiernos y empresas tienen altos niveles de endeudamiento en la moneda estadounidense, lo que los vuelve vulnerables a condiciones menos flexibles en los mercados y a un dólar más fuerte.
En el peor de los casos, sostiene el informe, los flujos de capitales hacia las economías en desarrollo podría frenarse súbitamente, como ocurrió en mayo del 2013 ante la perspectiva de que la FED desacelerase su estímulo monetario a la economía. Esto que plantearía “enormes desafíos a países vulnerables”.
“Dados los riesgos sustanciales, (esos países) harían bien en abrochar sus cinturones en caso de que el camino se vuelva lleno de baches”, indicó Carlos Arteta, economista del Banco.