Las posibilidades actuales para conseguir boletos de avión más baratos y la creciente oferta de opciones para volar desde Costa Rica a Europa, convierten al Viejo Continente en un destino muy apetecido entre los costarricenses.
Agrego una tercera razón, que puede pasar desapercibida, pero es clave a la hora de presupuestar ese viaje al otro lado del charco: la devaluación del euro respecto al dólar hace que los costos de los hoteles, comidas y transporte interno se vuelvan más asequibles para quienes visitan alguno de los 19 estados regidos por la moneda única.
¿Recuerda cuando en abril del 2008 se pagaba casi $1,60 por cada euro? En la actualidad, esa cotización bajó a $1,045 por euro; en los últimos tres años la caída de esta moneda fue de casi 25%, de los cuales, 3,75% los perdió en el 2016.
La buena noticia para quienes están planeando su viaje es que este debilitamiento persistiría en el 2017, e incluso se podría presenciar la anunciada paridad “uno a uno” entre el euro y el dólar, es decir, que ambas monedas se coticen al mismo valor. La última vez que esto ocurrió fue a finales del 2002.
Unas de las razones que más pesan en esta devaluación es la divergencia en las tasas de interés “a ambos lados del Atlántico”, como señaló un panel de especialistas del Banco Central Europeo (BCE), en su más reciente informe de proyecciones macroeconómicas.
Tras la reunión de política monetaria de la Reserva Federal, celebrada este mes, los directores del banco central estadounidense se mostraron más acorde en decretar tres incrementos en las tasas de interés para el 2017, en lugar de dos. Eso haría que las inversiones en dólares resulten más atractivas, en contraposición a lo que ocurre en la zona euro, donde la débil economía obligará al BCE a mantener una línea monetaria más relajada.
También hay una combinación de factores políticos . En Europa, tanto el brexit como los discursos opositores a la Unión Europea, en países como Francia y Alemania, crean incertidumbre sobre el futuro de la comunidad. En Estados Unidos, la elección de Donald Trump, y sus eventuales políticas para reactivar el gasto en infraestructura y estimular a las empresas, presagian una mayor inflación que podría atizar más las tasas.
Un euro en picada abarata su viaje a Europa y las importaciones desde allá, pero no todo es positivo. La tendencia debe inquietar a sectores costarricenses vinculados con el turismo y las exportaciones debido al encarecimiento del país para quienes usan la moneda comunitaria en sus transacciones. Los visitantes europeos al país (14% del total, en el 2015) resienten una pérdida de poder de compra, en momentos donde se apuesta por atraer más turistas desde Europa.