Madrid y Panamá. EFE El presidente panameño, Ricardo Martinelli, exigió ayer el cumplimiento del contrato para la ampliación del Canal de Panamá por parte de un consorcio de empresas liderado por la española Sacyr, y anunció una gira por España e Italia para pedir a ambos gobiernos que intervengan en el diferendo que amenaza con detener el avance de las obras.
El consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC) –integrado también por la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña CUSA– informó el miércoles pasado a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) de que suspenderá sus trabajos en la ampliación del Canal si para el 20 de enero no reconoce los sobrecostes de $1.600 millones en el proyecto de construcción de esclusas del Canal.
Ante una eventual suspensión de los trabajos, el presidente de Panamá anunció ayer mismo que viajará a España e Italia para exigir a sus gobiernos que convenzan a las empresas implicadas en el proyecto de que cumplan con lo establecido en el contrato.
“Voy a ir a España e Italia a exigirle a estos gobiernos, porque no puede ser que una empresa meta una cantidad enorme de sobrecoste en una obra de ampliación, que es una obra para la humanidad, que cuando ellos licitaron pusieron un precio y ahora van a venir con el cuentito de que están subiendo los precios”, declaró Martinelli.
El Gobierno de España está dispuesto a mediar entre la empresa española Sacyr y las autoridades panameñas, para resolver el conflicto que amenaza con paralizar el proyecto, dijo ayer el embajador español en Panamá, Jesús Silva.
Caída en la bolsa. Ante la perspectiva de la suspensión de los trabajos en el Canal de Panamá, las acciones de Sacyr perdieron ayer en la Bolsa de Madrid un 8,95% de su valor, para quedar en 3,43 euros (unos $4,69), la mayor caída de la sesión en el índice del mercado español IBEX 35.
El consorcio sostiene que los sobrecostes corresponden a incumplimientos contractuales por parte de la ACP que, por su parte, rechaza de manera categórica las presiones del grupo de empresas para negociar fuera del contrato.
Las obras de ampliación del Canal de Panamá comenzaron en el 2007 y se prevé estén listas en junio del 2015, nueve meses después de lo estipulado en el contrato.
El proyecto de ampliación fue calculado en $5.250 millones, de los cuales $3.118 millones corresponden al contrato para la construcción de las nuevas esclusas.
Ya en el 2012 el consorcio reclamó $585 millones por problemas con la mezcla de cemento, lo que fue rechazado por la ACP.
Además, el pasado mes de diciembre, el consorcio presentó otra reclamación por $850 millones, que todavía no se ha resuelto.