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Álvaro Cedeño: Ladrillos o proyectiles

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Un ladrillo se encuentra con otro en el camino y le pregunta: ¿cómo estás? la respuesta es: ¡igual!, la cual es muy válida porque los ladrillos son en todo momento, lo que han de ser. Un ladrillo puede ufanarse de que ya llegó. Un ser humano que sienta que ya llegó a ser lo que había de llegar a ser, está minusvalorando su potencial interno y desconociendo sus posibilidades externas.








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