Jesús Gracia Aldaz tiene el rango de secretario de Estado en España, y es el encargado de la relación política y de cooperación con todos los países de América Latina.
Él habló con La Nación , el 13 de setiembre. Ahí reconoció que en épocas de crisis la cooperación sufre recortes, y que un país de renta media como Costa Rica deja de ser destino prioritario de la ayuda.
En octubre anunció que España reduciría la aportación de la Ayuda Oficial al Desarrollo del 0,22% en el 2012 al 0,20% de la RNB (renta nacional bruta) para este año. ¿Se cumplió?
Sí. Es una realidad. Para salir de la crisis es inevitable una consolidación fiscal. Eso aplica para todas las políticas públicas, como Cooperación para el Desarrollo.
Para 2013, el presupuesto de la AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo) es de 266 millones de euros. ¿Cuánto llegó aquí?
El año pasado fueron dos millones y medio de euros. Pero tengo que decir que las cifras no te dicen nada; dejémonos de cuestiones de crisis, lo que hay que ver no es si se gastó sino si llegó donde debía.
Y eso es lo que ustedes ven ahora. ¿Cómo hacen para verlo?
Estamos trabajando en eso y estamos buscando que llegue lo más rápido posible a los sectores.
Las cifras siempre son necesarias. ¿Cuánto del monto total de la ayuda es concreto, tangible?
De nuestro salario, un 40% va a impuestos y de ahí sale la ayuda. En España hubo años de mucho dinero pero no se gastaba con control, por problemas burocráticos y organizativos. En eso estamos.
Latinoamérica es la región prioritaria para el periodo 2013-2016, según un plan director, pero este (Costa Rica) no está en la lista de Países de Asociación. ¿Qué implica?
Cuando un país tiene una renta superior, es muy difícil justificar que siga siendo prioritario.
¿Qué ayuda requerimos aquí?
Hay que buscar fórmulas; focalizar la ayuda para fortalecer políticas de bienestar ciudadano.
La AECID destinó 6 millones de euros a becas y lectorados este año. ¿Cuánto llega a Costa Rica?
Esos son programas horizontales; cualquiera de los países elegibles puede participar pues lo que cuenta es el currículo.
Pero sí bajó la cantidad de becas que otorgan (MEIC, Carolina). ¿Eso implica que están teniendo predilección por área para darlas?
Intentamos lograr el equilibrio.
¿A qué otros programas ya restaron presupuesto, en este país?
Bueno, no hay un recorte en programas, sino que mantenemos tres áreas fundamentales: bienestar social, buen gobierno, y educación y cultura. Luego, dentro de allí, se hacen los ajustes presupuestarios.
”Lo que hay es mucho sin gastar. En este país hay dos millones y medio de euros, de años pasados, siendo reordenados para gastarlos”.
¿Cuál es la clave para hacerlo?
Que trabajemos en asociación y que, por lo tanto, tengamos la confianza para mejorar los resultados.
Estrenó puesto el año pasado. ¿En qué cambios se enfoca?
Tratamos de reorganizar la ayuda, rendir cuentas y definir países prioritarios. Estábamos trabajando en 56 países y vamos a empezar a trabajar en 23 países; no podemos seguir teniendo esta disposición.
¿Son estrictos en exigir que los beneficiados rindan cuentas?
Claro, sí, hay procedimientos.
¿Sacamos los costarricenses provecho de sus aportes, tal y como ustedes querrían, esperarían?
La cooperación es un recurso extremo, que ojalá no hubiera que usar. Debe ser solo un estímulo, un empujón, una señal de apoyo o solidaridad, pero no puede sustituir nunca las capacidades. El desarrollo viene por comercio, inversión, educación, y el Gobierno tiene que ser capaz de ordenar eso para generar desarrollo propio. Y Costa Rica es un país muy capaz de hacer eso. No se puede pensar que esto es algo que va a estar siempre y que tiene que estarlo; el éxito de un país es ser capaz de vivir sin cooperación.
Entonces, ¿lo aprovechamos?
Yo creo que sí, y muy bien.
Hoy se reunió con la presidenta y algunos candidatos. ¿Para qué?
Queremos ver cómo está el país, cómo se prepara para las elecciones. Hablamos de la buena relación que hay con España, tanto en el plano bilateral como en la escena internacional, y que la cooperación futura debe basarse en la transferencia de conocimientos.