La agencia calificadora de riesgo Fitch Ratings advirtió ayer en un comunicado de que construir el apoyo político para una reforma fiscal seráel principal reto que enfrentará el gobierno del presidente electo, Luis Guillermo Solís.
“La construcción de apoyo político para la amplia reforma fiscal podría ser un reto para el próximo gobierno de Costa Rica debido a un alto grado de fragmentación política”, destacó la agencia en la nota.
Fitch resaltó que ningún partido tendrá una mayoría simple en la Asamblea Legislativa, y que las normas en el país otorgan poderes obstruccionistas a las agrupaciones minoritarias.
“Los elevados déficit fiscales estructurales siguen siendo la principal debilidad en el perfil crediticio soberano de Costa Rica, y todavía no está del todo claro qué enfoque fiscal tomará la nueva administración de Luis Guillermo Solís”, añadió el comunicado, que es remitido a inversionistas internacionales.
En una entrevista con este diario, el vicepresidente electo y coordinador del equipo económico, Helio Fallas, explicó que en los dos primeros años de Gobierno tomarán medidas administrativas y negociarán proyectos de ley fiscales, pero que aquellos que impliquen aumentos en tarifas regirían a partir del año 2016.
En su boletín, Fitch resaltó que el equipo de la actual mandataria Laura Chinchilla deja un documento que esboza una posible hoja de ruta para reducir el déficit fiscal en un 3,5 % del producto interno bruto (PIB) en cinco años, con el fin de estabilizar la carga de la deuda, el cual, señaló, podría servir como base para la discusión.
El pasado 1.° de abril, el Gobierno hizo una colocación de bonos en el exterior por $1.000 millones y la principal preocupación de los inversionistas fue el déficit, dijo el ministro de Hacienda, Édgar Ayales. Ayer, el Banco Central informó de que el 4 de abril ingresaron $980,5 millones de esa venta de bonos.