El Grupo Sur anunció la inversión de entre $60 millones y $70 millones en sus nuevas instalaciones, que estarán ubicadas en El Coyol, Alajuela.
Para ello, la compañía ya tiene un terreno de 150.000 metros cuadrados (m²), o 15 hectáreas, en esa zona industrial.
El traslado de las operaciones de esa compañía se realizará en un plazo de cinco a ocho años, en vista de las dificultades que implica la movilización de algunas áreas y equipos especializados.
Además, la empresa se ha desarrollado hacia muchas áreas diferentes a su tradicional línea de pintura arquitectónica, hasta tener, actualmente, 11 divisiones, lo cual obliga también a un traslado paulatino.
Así lo explicó el presidente de la empresa, Enrico Giordano, italiano que llegó junto con su padre, Lorenzo, en 1980, a tiempo completo, para desarrollar la compañía en Costa Rica.
Giordano explicó que la expansión de la empresa a gran cantidad de áreas llevó a un ritmo de inversiones de $15 millones, en promedio, en los últimos cinco años.
Esa ampliación también implicó la contratación de más personal.
En el 2016, el Grupo abrió 200 plazas nuevas y presupuestó otros 200 puestos adicionales para este 2017.
Grupo Sur manifestó que actualmente tiene 1.800 empleos en Costa Rica, de los cerca de 3.000 de todas sus operaciones en Estados Unidos, México, Chile, Puerto Rico, República Dominicana y Centroamérica.
En muchas áreas. Las 11 divisiones de la compañía son pinturas arquitectónicas y revestimientos, acabados automotrices, construcción y mantenimiento industrial y marino, limpieza y protección, agropecuaria, materias primas para la industria, reventa, acabados para madera, adhesivos, artística y división construcción.
En esa expansión, la compañía explicó que fabrica y comercializa premezclas para construcción, paneles prefabricados, materia prima natural para plásticos, controladores de plagas para agricultura, línea para automóviles y línea para artistas, entre otros productos especializados.
Como parte de la expansión, explicó que tiene dos plantas en Guanacaste, en Níspero y en El Salto, y una en Cartago de materiales para construcción.
Esa última planta está en instalaciones alquiladas, así como algunas de las áreas del plantel central de la Uruca, donde de un área total de 70.000 m², alrededor de 45.000 m² son propios.
Por eso, las divisiones que están en alquiler serán prioridad en el traslado, dijo Giordano.
Reveló que el traslado de una planta de pintura es un proceso complicado. En el caso de El Coyol, detalló, el problema fue que solo en tuberías pluviales y movimiento de tierra se tenían que invertir unos $5 millones.
Además, señaló, concretar la parte de los permisos se demoró unos tres años, como parte de los problemas de tramitomanía que vive Costa Rica.
“Por ejemplo, cada municipalidad es un feudo aparte”, se quejó el empresario.
Aseguró que en el mercado costarricense tiene no menos del 60% de pinturas, y que en Centroamérica son el número uno en ese producto, con una participación de mercado de alrededor del 27%. El mejor mercado es Panamá.