Suiza
Los conflictos internacionales centraban este miércoles la primera jornada del Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), con la intervención del presidente ucraniano, Petro Poroshenko, que acusó a Rusia de un despliegue de tropas en el este y dijo que su país tiene un plan energético.
"Tenemos más de 9.000 soldados de la Federación Rusa en el territorio, con más de 500 tanques, artillería pesada y vehículos de transporte de tropas", declaró el dirigente ucraniano en el primero de cuatro días de debates en Davos , en los Alpes suizos.
Además señaló que el país, que sufre un conflicto armado desde abril, será capaz de romper totalmente la dependencia energética del gas ruso en 2017 y que tiene tecnología para producir petróleo de esquisto.
Ucrania puede recibir gas ruso siempre y cuando pague por adelantado, pero quiere reducir al mínimo estas compras debido a las dificultades financieras y para reducir la dependencia de su vecino, en tanto cerca de la mitad del gas ruso que consume Europa pasa por Ucrania.
Tras su discurso, el mandatario tiene previsto volver rápidamente a su país, ante la agravación del conflicto.
Ya el martes, Kiev acusó a Rusia de haber atacado directamente a sus tropas en el este del país.
Antes de la participación de Poroshenko, un panel de participantes estimó que el riesgo de conflictos internacionales es la mayor amenaza para el mundo, por delante del cambio climático.
"Creo que vamos a tener 'cisnes negros' geopolíticos" en los meses venideros, dijo Jean-Marie Guéhenno, presidente del instituto de investigación International Crisis Group, en referencia a que pueden producirse eventos anormales, difíciles de predecir.
Aunque en el caso ucraniano, advierte, "una Ucrania herida a largo plazo no es una buena cosa para Rusia".
La otra gran cuestión que agita ya los pasillos de Davos es el esperado anuncio el jueves de un programa de compra de activos financieros, incluyendo deuda soberana, por parte del Banco Central Europeo.
El exjefe del banco central alemán y ahora presidente del banco suizo UBS, Axel Weber, atacó sin rodeos la política que se dispone a adoptar el BCE para estimular una Eurozona aquejada de un bajo crecimiento y amenazada de caer en la deflación.
Según él, los miembros del BCE "no deberían ir demasiado lejos, porque cuanto más hagan, menos incentivos tendrán los gobiernos para actuar", acometiendo las reformas necesarias, y dijo que cree que Europa ha desperdiciado tres años para llevar a cabo las necesarias reformas.
En cambio, el gobernador del banco central chino, Zhu Xiaochuan, manifestó su apoyo al presidente del BCE Mario Draghi, haciendo valer que "la política monetaria no es la panacea para alcanzar un objetivo, aunque sí es una herramienta útil".
Adam Posen, exgobernador del Banco de Inglaterra y ferviente defensor de este tipo de programas aplicados por Estados Unidos y el Reino Unido, cree que el verdadero riesgo sería limitar el volumen y el período de compra de activos, ya que eso perjudicaría la confianza.
"Ya vamos muy tarde, y temo que Alemania impida que la expansión monetaria sea lo ambiciosa que debería ser", dijo Posen.
Otra de los temas dominantes en esta edición 45 del Foro de Davos es el contexto creado por la caída de los precios de las materias primas y el petróleo en particular, que desde junio bajó más del 50%.
Los efectos en América Latina serán abordados este miércoles en un foro en el que estarán entre otros la canciller panameña, Isabel de Saint Malo, el secretario mexicano de Economía, Ildefonso Guajardo, y el presidente del banco brasileño Itaú, Roberto Egydio Setubal.