Una larga fila hicieron ayer empresarios, profesionales y comerciantes para poder actualizar su domicilio fiscal en la administración regional de San José oeste, en barrio Don Bosco.
Cerca de las 4 p. m., la fila se iniciaba en las ventanilllas y bajaba por las escaleras, hasta llegar al primer parqueo, dos pisos más abajo, según constató La Nación en una visita al lugar.
El trámite lo deben hacer todas las personas que tienen registrado en Tributación un domicilio fiscal diferente al actual.
Para las personas físicas, el domicilio fiscal es el lugar donde se encuentre centralizada la actividad económica o residencia habitual. Para personas jurídicas, es donde se halle la gestión administrativa del negocio.
El último día para hacer la actualización es el próximo lunes. La sanción por incumplir es de medio salario base (¢199.700) y solo se puede hacer en forma personal.
Carlos Vargas, director de Tributación, informó de que, hasta ayer en la mañana, habían atendido unas 7.000 consultas y actualizado cerca de 3.000 domicilios.
¿Y los medios digitales? Mario Renault es uno de los empresarios que ayer esperaba en la fila y tenía cerca de cinco horas de tratar de cumplir con el requisito.
El empresario llevó un recibo del Instituto Costarricense de Electricidad y tenía que ser uno de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz. Además, había unas incongruencias en las personerías y mandó a traer unas actualizadas.
“Es más fácil que ellos tuvieran el acceso completo al Registro”, opinó Renault, quien también considera que la gestión se podría hacer por correo electrónico.
Un pensamiento similar cruzaba por la mente del empresario Samuel Bronstein, quien buscó una aplicación en Internet para hacer el trámite, pero luego se dio cuenta de que debía ir personalmente.
Mauricio Rivera, vicepresidente del Colegio de Contadores Públicos de Costa Rica, también cuestionó el jueves que el proceso no se pueda realizar de forma digital.
Carlos Vargas, director de Tributación, justificó que se trata de un trámite presencial, ya que se requiere de la verificación exacta de la dirección física.
Ayer se consultó a Vargas si han analizado utilizar instrumentos como la firma digital.
“Para este proceso concreto de actualización de domicilio fiscal, lo que estamos es realizando la labor de manera presencial, porque el domicilio constituye un pilar fundamental en todos los procesos de control de la administración tributaria. Sí necesitamos que el contribuyente, o su representante o a quien ellos deleguen, se presente a hacer el trámite personalmente”, contestó Vargas.