La cantidad de denuncias por fraude bancario en medios electrónicos tuvo un fuerte repunte en los últimos tres años.
Mientras que del 2009 al 2010 los reclamos cayeron 45% (de 130 a 71), a partir de ese año el número comenzó a crecer hasta llegar a 518, el año pasado; es decir, un incremento superior al 600%.
En ese plazo prácticamente se multiplicó por seis la cifra de personas que alegaron ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) haber sido víctimas de extracción de dinero de sus cuentas bancarias con medios electrónicos.
Esto abarca desde suplantación de identidad ( phishing ) hasta métodos de fraude telefónico para extraer información bancaria y tener acceso digital a las cuentas de las víctimas.
No obstante, este incremento no responde solo a una mayor criminalidad virtual o a mayor inseguridad bancaria. Sus explicaciones pueden tener múltiples orígenes.
Por ejemplo, el volumen de operaciones bancarias ha aumentado a un mayor ritmo que el tamaño de la población nacional, lo que implica más clientes expuestos a fraudes potenciales.
De acuerdo con datos del Banco Central, Costa Rica pasó de registrar 14 pagos bancarios por Internet per cápita, en el 2009, a 21 en el 2013.
También es posible que los costarricenses estén mejor informados sobre estos fraudes y ahora lo denuncien con mayor frecuencia.
Además, la penetración de Internet es drásticamente mayor en el país desde la apertura del mercado de las telecomunicaciones.
Si bien el incremento en el uso de herramientas virtuales por los usuarios es indudable, ese crecimiento es mucho menor que el 629% que crecieron las denuncias, lo que podría sugerir que este tipo de criminalidad está en aumento.
¿Lo perciben los bancos? La Asociación Bancaria Costarricense (ABC) sostiene que las cifras registradas por el OIJ coinciden con las que lleva su Comité de Riesgo Informático.
Sin embargo, Gilberto Serrano, presidente de la ABC advirtió de que las denuncias interpuestas no necesariamente revelan hechos comprobados de fraudes. Añadió que, en algunos casos, las denuncias no tienen sustento probatorio y no se pueden elevar a juicio.
En el BAC San José, su gerente de Canales de Distribución, Alejandro Rubinstein, indicó no haber visto un incremento tan pronunciado en estas denuncias.
Sí reconoció que tienen registros de clientes que han sufrido intentos de fraude por delincuentes. Prefirió no dar detalles sobre esos casos por estar los procesos abiertos en este momento.
Rubinstein sostiene que el BAC San José no tiene una sola demanda de algún cliente que haya sido víctima de fraude informático.
Por su parte, el Banco Nacional registra, según su Dirección Jurídica, 44 demandas, de las cuales ha perdido el 84%, las demás las ganó.
Procesos judiciales como los del Banco Nacional han dado pie a los primeros fallos que sentaron precedentes sobre cuándo un fraude se atribuye al cliente o al banco.
Básicamente, cuando la víctima es excesivamente descuidada en el manejo de su clave y usuario, debe asumir los costos. En caso contrario, el banco asume la responsabilidad por cuanto se lucra de un sistema que conlleva riesgos cuyos efectos pueden recaer en el usuario.